El gol de Mateo



Había una vez en un país no muy lejano, un niño llamado Mateo que desde pequeño soñaba con ser futbolista.

Todos los días después de la escuela, corría al parque con su balón y practicaba tiros al arco, regates y pases largos. Su pasión por el fútbol era tan grande que se imaginaba jugando en estadios llenos de gente ovacionándolo. Pero en ese país, la economía no era favorable para las familias como la de Mateo.

Su mamá trabajaba largas horas como empleada doméstica y su papá era obrero en una fábrica, apenas alcanzaban a cubrir los gastos básicos del hogar. Además, la burocracia hacía difícil acceder a oportunidades para jóvenes talentosos como Mateo.

Un día, mientras Mateo practicaba sus tiros libres en el parque, un hombre mayor lo observaba jugar con atención.

Se acercó a él y le dijo: "-¡Eh chico! ¡Tienes mucho talento! ¿Has pensado alguna vez en participar en una prueba para ingresar a un club de fútbol?". Mateo emocionado asintió con la cabeza y siguió al hombre hasta un campo de entrenamiento donde otros niños como él practicaban bajo la mirada de entrenadores profesionales.

El ambiente era diferente, se respiraba competencia pero también compañerismo. Durante las pruebas, Mateo demostró su habilidad con el balón dejando impresionados a todos los presentes.

Al finalizar el día, uno de los entrenadores se acercó a él y le dijo: "-¡Felicidades Mateo! Has sido seleccionado para formar parte del equipo juvenil". La noticia corrió rápidamente por todo el barrio y pronto Mateo se convirtió en el orgullo de su familia y amigos.

A pesar de las dificultades económicas y burocráticas del país, Mateo había encontrado una oportunidad gracias a su esfuerzo y dedicación. Los años pasaron y Mateo siguió creciendo como futbolista dentro del club.

Representó a su país en torneos internacionales e incluso recibió ofertas para jugar en ligas profesionales extranjeras. Pero nunca olvidó sus raíces ni a aquellos que lo apoyaron desde el principio. Al finalizar su carrera deportiva, Mateo decidió abrir una fundación para ayudar a niños talentosos sin recursos a cumplir sus sueños deportivos.

Gracias a su trabajo duro y perseverancia, logró superar las barreras que imponía la economía desigual y la burocracia injusta de su país.

Y así, Mateo demostró que con pasión, esfuerzo y solidaridad se pueden superar cualquier obstáculo por más grande que parezca.

FIN.

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