El gol de Tomás



Había una vez un niño llamado Tomás, a quien le encantaba jugar con su pelota todo el día. Desde que se despertaba hasta que caía la noche, no podía separarse de ella.

Su mamá siempre le decía:"Tomás, no olvides hacer tus tareas antes de salir a jugar. "Pero él solo pensaba en patear su pelota y hacerla rebotar una y otra vez. Pasaba horas practicando tiros al arco y driblando como un verdadero campeón.

Un día, mientras jugaba en el parque cerca de su casa, vio a un grupo de niños jugando al fútbol. Se acercó tímidamente y les preguntó si podía unirse a ellos.

Los niños lo miraron con curiosidad y uno de ellos dijo:"Claro, pero primero tienes que demostrar que sabes jugar bien. "Tomás asintió emocionado y se preparó para mostrarles sus habilidades con la pelota. Para su sorpresa, resultó ser el mejor jugador del grupo.

Los niños quedaron impresionados por sus tiros precisos y sus regates rápidos. Desde ese día, Tomás se convirtió en parte del equipo de fútbol del barrio. Juntos entrenaban duro todas las tardes y participaban en torneos locales.

Gracias a su pasión por jugar con la pelota, lograron ganar varios campeonatos y hacerse famosos en toda la ciudad. Pero un día, durante un partido importante, Tomás falló un penal decisivo que podría haberles dado la victoria.

Se sintió muy triste y decepcionado consigo mismo. Pensó en rendirse y dejar de jugar al fútbol para siempre. Sin embargo, sus amigos lo animaron y le recordaron cuánto amaba jugar con la pelota.

Le dijeron:"Tomás, todos cometemos errores, lo importante es aprender de ellos y seguir adelante. Tú eres un gran jugador y nosotros confiamos en ti. "Estas palabras resonaron en el corazón de Tomás, quien decidió no darse por vencido.

Entrenó más duro que nunca y trabajó en mejorar su técnica cada día. Finalmente, llegó el momento de otro partido crucial para el equipo. Esta vez, Tomás tuvo la oportunidad de marcar el gol ganador.

Concentrado e inspirado por sus amigos, tomó impulso y pateó la pelota con fuerza hacia el arco rival. El estadio entero contuvo la respiración mientras la pelota cruzaba lentamente la línea de gol... ¡GOL! El equipo de Tomás había ganado gracias a su increíble gol en el último minuto.

Todos los presentes estallaron en aplausos y vítores para celebrar la victoria del equipo. Tomás se dio cuenta entonces de que los errores del pasado solo lo habían hecho más fuerte y determinado a alcanzar sus sueños.

Desde ese día en adelante

FIN.

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