El Gol de Tomás


Este chico se llamaba Tomás y era un niño muy inteligente, pero no le gustaba hacer deportes. Prefería quedarse en casa leyendo libros o jugando videojuegos.

Sus padres estaban preocupados porque querían que su hijo tuviera una vida activa y saludable. Un día, Tomás llegó a la escuela y se encontró con su nuevo profesor de educación física, el señor González. El señor González era un hombre alto y fuerte, con una sonrisa amable en su rostro.

Les dijo a los niños que iban a tener clases de deportes dos veces por semana. Tomás estaba preocupado porque no sabía cómo jugar al fútbol o al básquetbol.

Pero el señor González les explicó las reglas del juego y les enseñó algunas técnicas básicas. Tomás descubrió que le gustaba jugar al fútbol y que tenía habilidad para ese deporte.

"¡Muy bien, Tomás! ¡Eso fue un gran gol!" -dijo el señor González después de que Tomás marcara un gol durante la clase de fútbol. Tomás se sintió orgulloso de sí mismo y empezó a disfrutar más las clases de educación física. Sin embargo, todavía no estaba seguro si quería hacer deportes como carrera profesional.

Un día, después de la clase de educación física, el señor González invitó a todos los niños a quedarse en el patio para ver un partido entre dos equipos locales juveniles.

"¿Quieren ver cómo juegan los jóvenes profesionales?" -preguntó el señor González con entusiasmo. Los niños aceptaron emocionados la invitación del profesor. El partido fue emocionante, con muchos goles y jugadas increíbles.

Tomás estaba fascinado por el juego y se dio cuenta de que quería ser un jugador profesional de fútbol. "Señor González, ¿cómo puedo convertirme en un jugador profesional?" -preguntó Tomás después del partido. "Primero, tienes que practicar mucho y mejorar tus habilidades.

Luego, puedes buscar un equipo local juvenil para jugar y competir contra otros equipos. Si eres lo suficientemente bueno, podrías ser seleccionado para jugar en un equipo profesional. " -explicó el señor González. Tomás estaba emocionado por la idea de seguir una carrera como jugador profesional de fútbol.

Empezó a practicar todos los días después de la escuela y se inscribió en un equipo local juvenil. Con esfuerzo y dedicación, mejoró sus habilidades cada día.

Un año más tarde, durante una práctica del equipo juvenil local, llegaron unos cazatalentos profesionales que estaban buscando nuevos jugadores para su equipo nacional juvenil. Después de ver a Tomás jugar durante unos minutos, le ofrecieron un lugar en su equipo. Tomás estaba emocionado por esta oportunidad única en la vida.

Continuó trabajando duro y mejorando sus habilidades hasta que finalmente fue seleccionado para jugar en el equipo nacional adulto.

Gracias al profesor González que lo inspiró a hacer deportes y perseguir sus sueños, Tomás se convirtió en uno de los mejores jugadores profesionales del país. Nunca olvidaría las palabras del señor González: "Siempre sigue tus sueños y trabaja duro para alcanzarlos".

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