El gol del compañerismo


Érase una vez en una escuela de Buenos Aires, dos amigos llamados Martín y Juan que eran inseparables. Les encantaba jugar al fútbol juntos en el recreo y siempre compartían todo.

Sin embargo, un día surgió un problema inesperado. Durante el partido de fútbol del recreo, el profesor anunció que iba a haber un penalti decisivo y debían elegir quién lo lanzaría. Martín y Juan, ambos excelentes jugadores, querían ser los encargados de patear el penalti.

La discusión comenzó a calentarse y pronto se convirtió en una pelea. "¡Yo soy mejor pateando penales! ¡Déjame a mí!", gritaba Martín. "¡No es cierto! ¡Yo tengo más precisión! Déjame a mí!", respondía Juan con furia.

Los demás compañeros intentaron mediar, pero la pelea entre los dos amigos parecía no tener fin. Finalmente, el profesor decidió intervenir y les propuso una solución inesperada: "¿Qué tal si patean el penal juntos?".

Martín y Juan se miraron sorprendidos al principio, pero luego aceptaron la propuesta del profesor. Se posicionaron juntos frente al arco, se dieron la mano y se prepararon para patear el penal al mismo tiempo.

El silbato sonó y ambos amigos patearon con fuerza la pelota hacia el arco. Para sorpresa de todos, la pelota entró en el arco tras rebotar en el travesaño. Martín y Juan se abrazaron emocionados por haber convertido ese increíble gol juntos.

Fue en ese momento que comprendieron la valiosa enseñanza detrás de aquella experiencia: trabajar en equipo era mucho más poderoso que competir entre ellos. Desde ese día, Martín y Juan aprendieron a compartir responsabilidades, a apoyarse mutuamente y a celebrar los logros juntos.

Su amistad se fortaleció aún más gracias a esa lección de humildad y compañerismo.

Y así, cada vez que surgía una situación difícil o un desafío por delante, Martín y Juan recordaban aquel día especial en el que descubrieron que no importa quién tenga la razón o quién sea mejor; lo importante es saber trabajar juntos para alcanzar metas comunes. Y colorín colorado, este cuento de amistad y trabajo en equipo ha terminado.

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