El gol soñado de Emiliano


r en el equipo algún día y marcar un gol que haga vibrar a todo el estadio. Un día, mientras caminaba por la calle con su camiseta del Lobo puesta, Emiliano vio a Cristian Tarragona, uno de sus jugadores favoritos.

No podía creer lo que estaba viendo, ¡un jugador de Gimnasia tan cerca de él! Se acercó tímidamente y le preguntó:- ¿Eres tú, Cristian Tarragona? - Sí, soy yo -respondió el jugador con una sonrisa-.

¿Eres hincha del Lobo? - ¡Sí! -exclamó Emiliano emocionado-. Soy fanático desde que tengo memoria.

Cristian se agachó para estar a la altura de Emiliano y le preguntó:- ¿Te gustaría ser parte del equipo alguna vez? Emiliano no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Cómo podría un niño como él jugar en su equipo favorito? Pero Cristian continuó hablando:- Si sigues entrenando duro y cuidándote bien, quizás algún día puedas formar parte del equipo juvenil.

Y quién sabe, tal vez llegues a jugar en primera división. Emiliano no podía contener la emoción al escuchar esas palabras. Desde ese momento decidió dedicarse aún más al fútbol y entrenarse todos los días para cumplir su sueño.

A partir de entonces, fue alentado por sus padres y amigos quienes lo acompañaron durante cada partido. Con el tiempo Emiliano comenzó a destacarse en su categoría e incluso llegó a ser seleccionado para participar en torneos importantes representando a Gimnasia.

Pero lo más importante para él era que se sentía feliz jugando al fútbol y compartiendo su pasión con otros chicos.

Un día, durante un partido importante en el estadio del Lobo, Emiliano recibió el pase perfecto de uno de sus compañeros y logró marcar un gol que hizo vibrar a todo el estadio. Fue una sensación indescriptible, la emoción lo desbordaba. Se abrazó con sus compañeros y celebraron juntos mientras los hinchas cantaban "¡Olé, olé, olé, Emiliano! ¡Emiliano!".

Desde ese momento, Emiliano supo que todo es posible si uno se compromete con sus sueños y trabaja duro para alcanzarlos.

Y aunque no sabía qué le depararía el futuro como futbolista profesional, estaba seguro de que seguiría amando al Lobo hasta el final de sus días.

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