El Gran Acto Escolar y el Mosquito Travieso
Era una hermosa mañana en la escuela primaria "Los Sueños Brillantes". Los niños estaban emocionados porque ese día se realizaría un gran acto escolar. Todos estaban preparados con sus disfraces y listos para brillar en el escenario. Pero, entre tanto entusiasmo, un pequeño mosquito travieso rondaba por el aire.
El protagonista de nuestra historia era Lucas, un niño muy curioso y siempre con ganas de explorar. "¡Mirá lo que traje!"-, gritó con alegría mientras mostraba un micrófono que había encontrado en el cuarto de juguetes de su casa. "Es un micrófono mágico, ¡puedo cantar con él!"- comentó Lucas a sus amigos.
Mientras los demás se preparaban, Lucas se encapsuló en su mundo de música y empezó a cantar, pero el mosquito decidió que también quería ser parte de la diversión. Voló por la sala, y en un descuido, picó a Lucas en el brazo. "¡Ay! ¿Qué fue eso?"- exclamó Lucas, mirando desconcertado al insecto.
"No te preocupes, Lucas. Solo es un mosquito"-, dijo Sofía, su mejor amiga, mientras se acercaba. Pero para Lucas, el piquete comenzó a picarle y a ponerle un par de manchas rojas. "Esto no me gusta nada"- murmuró mientras observaba sus brazos.
La maestra, la Señorita Ana, se dio cuenta de lo que sucedía. "Lucas, ¿estás bien?"- preguntó con preocupación. Lucas intentó responder, pero sintió que su brazo se puso más caliente. "No me siento tan bien"- dijo, mientras decía que le dolía un poco.
La situación se tornó seria y la Señora Anna decidió que lo mejor era llevar a Lucas al hospital, justo antes de que se presentara en el escenario. Sus compañeros se preocupaban, y todos lo acompañaron hasta la puerta de la escuela.
Al llegar al hospital, lo atendió una enfermera muy amable, llamada Marta. "¡Hola, Lucas! No te asustes. Vamos a ver qué te pasó"- afirmó mientras le revisaba el brazo.
"Me picó un mosquito y ahora me pica mucho"- se quejó Lucas.
La enfermera le sonrió. "Es normal sentir picazón, pero no te preocupes, ya te daremos un poco de paracetamol para que te sientas mejor"- dijo mientras le daba un jarabe. "Así estarás listo para tu acto, ¡aunque sea un poco más tarde!"-
Después de que Lucas tomó el medicamento y le pusieron una pequeña venda en el brazo, comenzó a sentirse mejor. "¿Puedo volver a la escuela?"- preguntó con sus ojos brillando de ilusión. La enfermera asintió, "Solo si estás listo, Lucas"-
Regresó a la escuela justo a tiempo para el final del acto. Sus amigos lo recibieron con aplausos y sonrisas. Sofía exclamó "¡Lucas, llegaste!"-
Lucas sonrió con su micrófono en mano. "Estoy listo para cantar, ¡aunque me picó un mosquito!"- El público rió, y Lucas comenzó a cantar con todo su corazón. Todos los compañeros e incluso la maestra le aplaudieron.
La actuación fue un éxito y Lucas se sintió muy feliz. Aprendió que a veces, incluso las situaciones inesperadas pueden llevarte a momentos maravillosos. Después del acto, Lucas se acercó al micrófono y dijo: "Recuerden que a veces los pequeños inconvenientes también pueden ser mágicos, como un mosquito que decide participar en tu día. Pero lo más importante es cuidarse y estar preparados para lo que venga"-
Y así, Lucas con su ingenio, transformó un incidente aburrido en una anécdota divertida que todos recordarían. Aquella escuela no solo tenía aprendices de actores, sino también un pequeño maestro que sabía cómo mirar las cosas desde una perspectiva más brillante y divertida.
Desde ese día, Lucas no solo guardó un hermoso recuerdo del acto escolar, sino también un nuevo cariño por los mosquitos, aunque con un poquito de cuidado.
FIN.