El Gran Aniversario de la Escuela Manuel Espinosa Bilingüe Batista



Era un soleado día en la ciudad, y la Escuela Manuel Espinosa Bilingüe Batista estaba a punto de celebrar su 64º aniversario. Los alumnos estaban llenos de emoción y energía, sabiendo que quedaba solo una semana para el gran día.

"¡Chicos!", gritó Lucía, la presidenta del consejo estudiantil, mientras se subía a una caja para que todos la pudieran ver. "¡Tenemos que preparar una gran fiesta para celebrar los 64 años de nuestra querida escuela!"

"¿Qué ideas tienen?", preguntó Tomás, quien era conocido por sus locuras e inventos.

"Podemos hacer un desfile por el patio", sugirió Sofía, mientras dibujaba un boceto en su cuaderno. "Sería genial que todos se vistieran con trajes de diferentes épocas desde la fundación hasta hoy".

Mientras los alumnos discutían, el cuadrado de la escuela resonaba con risas y charlas. Cada uno aportaba su idea:

"¡Y juegos!", gritó Mateo. "Podemos hacer un concurso de habilidades. ¡Estoy seguro de que voy a ganar el juego de la soga!"

Con la emoción a flor de piel, comenzaron a organizarse. Cada grupo se dividió en equipos para llevar a cabo las distintas actividades. Pero pasó algo inesperado. La vieja biblioteca de la escuela, que había sido un lugar lleno de recuerdos, comenzó a hacer ruidos extraños. Los chicos, intrigados, decidieron investigar.

Cuando entraron a la biblioteca, encontraron un viejo libro que parecía tener siglos. El título decía "La Historia de la Escuela Manuel Espinosa Bilingüe Batista".

"Chicos, ¡miren esto!", exclamó Sofía única en belleza. "Debemos abrirlo y ver qué secretos guarda".

Abrieron el libro y comenzaron a leer. Descubrieron que muchos estudiantes del pasado habían dejado mensajes y dibujos en las páginas. Se trataba de sueños, retos y anécdotas que compartían.

"¡Esto es increíble!", gritó Tomás. "Podemos exhibirlo durante la fiesta y mostrar el legado de nuestros predecesores".

Decidieron pasar toda la semana preparando la fiesta, pero también investigando más sobre el pasado de la escuela. Hablaron con sus docentes, quienes compartieron historias sobre cómo la escuela había crecido y cambiado a lo largo de los años.

Finalmente, llegó el día del aniversario. La escuela estaba decorada con banderas y globos de sus colores. Los padres y familiares llegaron, y la celebración comenzó.

"¡Bienvenidos!", anunció Lucía al micrófono. "Hoy celebramos no solo los 64 años de nuestra escuela, ¡sino también de todos nosotros!".

La fiesta incluyó el desfile de trajes, donde los estudiantes mostraron las modas de cada década. Además, había juegos y concursos, y se presentó el libro encontrado en la biblioteca como un tesoro de la historia viva de la escuela.

Al final del día, todos se reunieron en el patio.

"Hoy recordamos de dónde venimos y lo que hemos construido juntos", finalizó Sofía. "Nunca olvidemos que somos parte de esta hermosa historia y que tenemos el poder de escribir nuestro propio capítulo".

Y así, con risas y alegría, los chicos se dieron cuenta de que la verdadera celebración no era solo por los 64 años, sino por la comunidad y la amistad que habían creado juntos. Habían aprendido que el pasado, el presente y el futuro de su querida Escuela Manuel Espinosa Bilingüe Batista estaban unidos de una manera mágica.

Desde ese día, cada año, en la misma fecha, los niños de la escuela se reúnen no solo para celebrar un cumpleaños, sino para recordar que cada uno de ellos puede seguir construyendo una historia juntos.

FIN.

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