El Gran Aro de Amapola en Letrilandia
En el colorido País Letrilandia, donde las letras vivían felices, la Reina A organizó una gran fiesta para celebrar la unión de todas las letras del abecedario. Con mucha alegría, sus súbditos se preparaban para la gran ocasión.
La Reina A, una majestuosa letra con una corona brillante, supervisaba los preparativos desde su palacio de cartón de colores. Ella siempre promovía la unidad y la amistad entre todas las letras.
"¡Queridos amigos!" - anunció la Reina A "Estoy muy emocionada por nuestra fiesta, ¡será una gran ocasión para mostrar lo que podemos hacer juntos!"
Entre los preparativos, Amapola, una pequeña letra entusiasta, acudía a la reina con una idea llena de color.
"¡Reina A!" - exclamó Amapola "¿Qué te parece si hacemos un gran aro en el centro de la fiesta? Todos podrían bailar y jugar dentro de él."
"¡Esa es una idea maravillosa, Amapola!" - respondió la Reina A con una sonrisa "Vamos a necesitar a la Letra O para hacerlo, ya que ella tiene la forma perfecta."
Un poco más tarde, invitaron a Aro, la letra O, a unirse al proyecto. Aro, muy emocionada, aceptó enseguida.
"¡Estoy lista para ser el aro más bonito de todos!" - dijo Aro, girando felizmente.
Con Amapola y Aro como equipo, comenzaron a trabajar en el aro. Mientras tanto, las demás letras comenzaron a llegar para la fiesta. La letra B llegó con bombas de colores, la letra C trajo caramelos, y la letra D llegó con un gran tambor.
Todo parecía perfecto, pero de repente, un fuerte viento comenzó a soplar, llevándose los globos y desordenando todo.
"¡Oh no!" - gritó Amapola, desesperada "¿Qué vamos a hacer ahora?"
La Reina A, manteniendo la calma, reunió a todas las letras rápidamente.
"No deben preocuparse, amigos. Este es un desafío y estamos juntos para superarlo" - dijo. "Lo importante es que tenemos que unirnos y arreglar el desorden."
Todas las letras comenzaron a recoger los globos y a reordenar la decoración. Amapola, recordando lo importante que era mantener el aro, pidió a Aro que se quedara en una esquina para que el viento no lo levante.
Así, trabajado en equipo, lograron restaurar el lugar, y todos se rieron de los globos volando por ahí. Fue un momento especial que unió a las letras más que nunca.
Una vez que el desorden se arregló, la gran fiesta comenzó con música y baile. Amapola y Aro, orgullosas de su trabajo, se instalaban en el centro como el gran aro. Las letras se turnaban para bailar dentro del aro, riendo y disfrutando.
"¡Esto es mucho más divertido de lo que imaginaba!" - gritó Aro, llena de alegría.
"¡Y lo hicimos juntos!" - respondió Amapola sonriendo.
La Reina A observaba feliz mientras todas las letras se divertían y bailaban juntas.
"Lo que hemos aprendido hoy es que cuando trabajamos juntos, podemos superar cualquier desafío." - dijo la Reina A. "Así que celebremos nuestra amistad y nuestra unidad."
Así, en el País Letrilandia, las letras disfrutaron de una fiesta para recordar, llena de risas, amor y un gran aro que simbolizaba su unión.
La fiesta terminó, pero la amistad que se forjó en ese día duraría para siempre. Y desde entonces, cada año en el mismo día, celebraban el Gran Día del Aro, recordando siempre la importancia de unirse ante cualquier adversidad.
FIN.