El Gran Aventura de Leo
Érase una vez en un pequeño barrio, un niño llamado Leo que no iba a la escuela. Leo pasaba sus días explorando su casa y el jardín de su abuela. Un día, mientras jugaba entre los árboles, encontró una caja de madera.
- ¿Qué habrá dentro? - se preguntó Leo, curioso.
Decidió abrirla y, dentro, encontró un mapa antiguo con dibujos de tesoros escondidos.
- ¡Esto es una Aventura! - gritó Leo con emoción.
Vio que el mapa lo llevaba a un bosque cercano. Sin perder tiempo, tomó una mochila, llenó de merienda y salió en busca de la aventura.
Mientras caminaba por el bosque, se encontró con una ardilla llamada Suri.
- ¿A dónde vas, Leo? - le preguntó Suri.
- Voy en busca de un tesoro escondido. ¿Te gustaría acompañarme? - dijo Leo.
- ¡Claro! - exclamó Suri.
Los dos amigos siguieron el mapa, encontrando pistas por el camino. Vieron un arroyo, saltaron sobre piedras y se encontraron con un árbol enorme con un hueco en su tronco.
- Esta debe ser una de las paradas del mapa - dijo Leo mientras miraba la hoja.
Suri comenzó a mirar por el hueco.
- ¡Mira! - gritó Suri.
Leo se acercó y encontró un pequeño cofre dorado.
- ¿Crees que sea el tesoro? - preguntó emocionado.
- ¡Vamos a abrirlo! - dijo Suri.
Abrieron el cofre y, para su sorpresa, dentro había lápices de colores, cuadernos y libros entretenidos.
- ¿Libros? - se sorprendió Leo.
- Sí, y lápices! ¡Son perfectos para aprender y crear! - dijo Suri.
- Esto es un tesoro especial, Suri. No es oro, pero me va a ayudar a aprender muchas cosas. - sonrió Leo.
- ¡Vamos a leer y dibujar! - animó la ardilla.
Leo y Suri regresaron a casa muy contentos, con el cofre. Desde ese día, Leo decidió que no necesitaba ir a la escuela para aprender.
Cada día, exploraba el mundo, leía los libros, dibujaba historias y compartía sus aventuras con Suri.
El jardín de la abuela se convirtió en su aula, y tenía la mejor maestra: la curiosidad.
Y así, Leo descubrió que el aprendizaje no tiene límites y que cada día puede ser una nueva aventura. - En la vida, siempre habrá un tesoro por descubrir, solo hay que buscarlo.
Fin.
FIN.