El Gran Aventura del Niño Atún



Había una vez un niño llamado Lucas. A Lucas le encantaba pasar sus días en el mundo virtual que ofrecían sus juegos favoritos: Roblox y Minecraft. En su tiempo libre, no había nada que disfrutara más que juntar bloques, construir castillos y explorar mundos hechos de pixeles. Pero, había un detalle muy curioso: su comida favorita era el atún. Siempre comía atún, y no se le daba por probar otras comidas.

Un día, mientras jugaba, Lucas sintió un gran hambre.

"Hoy me voy a preparar un buen plato de atún", pensó entusiasmado.

Así que, al terminar su partida, salió corriendo de casa hacia el supermercado. Con una sonrisa en su rostro, imaginaba qué tan rico quedaría el atún acompañado de sus juegos. Pero, para su sorpresa, cuando llegó a la góndola de atún…

"¡No puede ser!" exclamó Lucas asombrado.

"¿No hay atún?" preguntó al encargado del lugar.

El encargado, que se llamaba Martín, le respondió con calma:

"Lo siento, muchacho. Ayer compraron el último. Parece que está de moda el atún hoy. Pero, ¿has probado alguna otra comida? Hay muchas opciones ricas en este supermercado."

Lucas se quedó pensando. Nunca había prestado atención a otras comidas.

"Tengo que pensar en otra alternativa, porque no puedo volver a casa sin algo para comer", pensó.

Entonces, Martín le sugirió:

"¿Qué tal si pruebas el salmón? Es muy sabroso y se cocina fácil. Te puedo dar una receta sencilla."

"No lo sé, nunca comí otra cosa que no sea atún", respondió Lucas, frunciendo el ceño.

Pero el entusiasmo de Martín lo contagió. Decidió darle una oportunidad. Compró un trozo de salmón y un par de ingredientes que Martín le recomendó. Al regresar a su casa, recordó que había aprendido a cocinar en algún momento de su vida virtual y se puso manos a la obra.

A medida que cocinaba, Lucas sintió el aroma del salmón cocinándose. Su curiosidad fue creciendo.

"¿Y si me gusta más que el atún?" se preguntó. Al finalizar, se sentó a la mesa con su plato nuevo.

"¡Solo hay una forma de saberlo!" se dijo a sí mismo.

Le dio un bocado y su expresión cambió de la duda a la sorpresa.

"¡Es delicioso! Nunca pensé que podría disfrutar de algo más allá del atún".

Convencido de probar más cosas, al día siguiente regresó al supermercado. Esta vez, fue más curioso en la carnicería, la sección de frutas y verduras, e incluso en la de postres. Se encontró con muchas delicias que nunca había considerado.

"¿Pizza? ¿Hamburguesas? ¿Taquitos de pollo?" se preguntaba, asombrado de la variedad.

Con cada nuevo alimento que probaba, Lucas se daba cuenta de que el mundo de las comidas era tan interesante como el de sus juegos. Comenzó a invitar a sus amigos de Roblox y Minecraft a hacer “días de comida” en los que probarían comidas diferentes.

"¿Te imaginas una tarde de tacos?", le dijo a su amigo Joaquín.

"¡O una noche de pizzas!" respondió Joaquín riendo.

A medida que pasaba el tiempo, Lucas comprendió que había tanto por explorar en la cocina como en sus videojuegos. Aprendió que si bien el atún era delicioso, el mundo estaba lleno de sabores, olores y experiencias que valía la pena descubrir.

Desde entonces, Lucas se convirtió en un gran chef dentro y fuera de su juego y nunca olvidó la lección que aprendió aquel día: no hay que tener miedo a explorar lo desconocido. Aunque algo te guste mucho, siempre hay nuevas aventuras por descubrir, tanto en la vida como en la cocina.

FIN.

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