El gran cambio de Tomás y Lucas
En una pequeña escuela de un barrio tranquilo vivían dos chicos muy especiales. Se llamaban Tomás y Lucas, y eran amigos desde que tenían memoria. Sin embargo, un día algo extraño sucedió. Durante el recreo, Tomás y Lucas empezaron a discutir por un simple juego de fútbol. La discusión se convirtió en una pelea, y ambos se dijeron cosas muy hirientes.
Las risas y la alegría que solían compartir se convirtieron en enojo y tristeza. El resto de los chicos de la escuela no podía creer lo que veían. Tomás y Lucas solían ser inseparables.
Al día siguiente, la maestra de la escuela, la Seño Rosa, llamó a Tomás y Lucas para hablar con ellos. Les explicó que la amistad es un tesoro que no debe perderse por una pelea sin sentido. Los dos chicos se miraron con cierta incomodidad, pero escucharon atentamente las palabras de la Seño Rosa.
Para ayudar a Tomás y Lucas a comprender la importancia de la amistad, la maestra les propuso un desafío: trabajar juntos en un proyecto de la escuela. Al principio, ambos estaban reacios, pero finalmente aceptaron.
Durante las siguientes semanas, Tomás y Lucas aprendieron a trabajar juntos. Descubrieron que, a pesar de sus diferencias, tenían habilidades complementarias y podían lograr grandes cosas cuando colaboraban. Poco a poco, la risa y la complicidad volvieron a sus vidas.
Hasta que llegó el día de presentar el proyecto. Tomás y Lucas mostraron a toda la escuela el increíble trabajo en equipo que habían realizado. La sorpresa y el orgullo inundaron el salón de clases. Los chicos empezaron a entender que la verdadera fuerza estaba en la unión y la amistad.
Desde ese día, Tomás y Lucas se convirtieron en los mejores amigos que todos recordaban. Aprendieron que las peleas no llevan a nada bueno, y que trabajar juntos siempre es la mejor opción. La amistad volvió a brillar en sus vidas, más fuerte que nunca.
FIN.