El Gran Circo de las Estrellas
Había una vez en el pequeño pueblo de Villa Felicidad, un circo muy especial llamado 'El Gran Circo de las Estrellas'. En este circo, lo más maravilloso no eran los animales o los malabaristas, sino los artistas que lo conformaban: un grupo de niños provenientes de diferentes rincones del mundo, cada uno con un talento único.
Tatiana, una niña rusa, era una increíble acróbata que deslumbraba al público con sus impresionantes piruetas en el trapecio. -¡Miren cómo vuelo, como una estrella en el cielo! - gritaba mientras realizaba alegres piruetas en el aire.
Miguel, un niño colombiano, era un experto equilibrista que caminaba sobre una delgada cuerda con una destreza asombrosa. -¡Miren cómo no miro hacia abajo, porque sé que puedo lograrlo! - exclamaba con una sonrisa valiente en su rostro.
Renata, una niña argentina, era la malabarista más habilidosa, lanzando y atrapando los coloridos objetos con una destreza y gracia incomparables. -¡Miren cómo bailan en el aire, como mariposas juguetonas! - decía mientras hacía girar los malabares con maestría.
Cada noche, el circo se llenaba de espectadores que quedaban maravillados al ver a estos talentosos niños realizar sus actos. Pero un día, una fuerte tormenta azotó Villa Felicidad, dejando al circo en ruinas. Los niños estaban tristes al ver su hogar destruido, pero en lugar de rendirse, decidieron trabajar juntos para reconstruirlo.
Con ingenio y esfuerzo, los niños convirtieron viejas lonas en nuevas carpas, y con su talento y dedicación, el circo volvió a brillar más que nunca. La noticia de la valentía y determinación de estos niños se extendió por todo el pueblo, atrayendo aún más espectadores al Gran Circo de las Estrellas. Y así, el circo se convirtió en un símbolo de esperanza y trabajo en equipo para todos en Villa Felicidad.
Los niños del jardín maternal, al escuchar esta historia, se emocionaron y decidieron representarla en un hermoso espectáculo de circo, mostrando al público que, con esfuerzo y valentía, cualquier desafío puede superarse. El espectáculo fue un éxito, y los niños se sintieron orgullosos de haber inspirado a otros con la historia del Gran Circo de las Estrellas.
FIN.