El Gran Comienzo del Mundo



Había una vez, hace mucho tiempo, un lugar muy especial que no tenía forma ni color. Era un gran vacío. En este lugar, Dios, que era muy sabio y creativo, decidió hacer algo increíble.

"¡Voy a crear el mundo!" - dijo Dios emocionado.

Y entonces, con solo decirlo, hizo que apareciera la luz. ¡Pum! La luz brilló y todo se iluminó.

"¡Eso es genial!" - exclamó Dios, mirando todo lo que había creado.

Después, decidió crear algo muy especial llamado el cielo.

"Ahora, el cielo se verá hermoso con nubes y pájaros volando," - pensó Dios mientras las nubes empezaban a aparecer.

Al siguiente día, decidió hacer la tierra, los árboles, las flores y las montañas.

"¡Miren cómo crecen los árboles y las flores!" - se alegró Dios mientras brincaba de felicidad.

Pero aún no era suficiente.

"¡Necesito agua para que las plantas puedan crecer!" - dijo, y al instante, ¡los ríos empezaron a correr y los mares se llenaron de agua!

Ya casi lo tenía todo. Entonces, Dios pensó en los animales que saltan, los que vuelan y los que nadan.

"¡Quiero que haya mucha vida!" - dijo elijiendo a cada uno con mucho cuidado.

Así llenó la tierra de leones, peces, pájaros y gente que fuera amable.

Luego, decidió crear a un hombre y a una mujer, a quienes llamó Adán y Eva.

"¡Hola!" - dijeron emocionados.

"¡Ustedes vivirán aquí y cuidarán de todo lo que he creado!" - les explicó Dios.

Adán y Eva eran muy felices explorando su nuevo hogar. Pero un día, mientras estaban en el jardín, encontraron una serpiente que les dijo:

"¿Por qué no prueban la fruta de ese árbol? Es muy deliciosa."

Eva miró hacia el árbol y se sintió intrigada.

"Se ve muy rica..." - dijo ella.

"Creo que no deberíamos, Dios nos ha dicho que no lo hagamos," - recordó Adán. Pero la serpiente insistía:

"Si la prueban, serán tan listos como Dios. ¡Vamos!"

Finalmente, Eva decidió probarla y luego le dio a Adán.

"¡Oh no!" - gritaron nerviosos.

De repente, se dieron cuenta de que no habían hecho lo correcto y se escondieron de Dios.

Dios los llamó:

"¿Dónde están?"

"¡Estamos aquí!" - contestaron temerosos.

"Lo siento, Dios, escuchamos a la serpiente y comimos de la fruta." - dijo Adán con pena.

Dios los miró con tristeza, pero a pesar de todo, sabía que ellos aprenderían de su error.

"Está bien, hay consecuencias por sus acciones, pero también hay oportunidades para aprender y crecer. Ustedes pueden aprender a ser responsables y cuidar de su hogar junto con todos los seres vivos. ¡Créen un mundo mejor juntos!" - les dijo Dios.

Adán y Eva prometieron hacerlo. Desde entonces, trabajaron juntos, plantaron más árboles, cuidaron de los animales y aprendieron a tomar buenas decisiones.

Y así, aunque comenzaron con un error, aprendieron a ser mejores y a cuidar todo lo que Dios había creado.

Fin.

FIN.

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