El Gran Concurso de Creatividad
Era un soleado día en el Jardín de Infantes Arcoíris, donde Carolina, Mauro, Ramses, Saulo y Keyla se preparaban para un evento muy especial: el Gran Concurso de Creatividad. La maestra Ana había anunciado que todos los niños podían participar creando algo único y especial, ya fuera una pintura, una escultura, una canción o incluso una danza.
Los amigos se reunieron en la esquina del patio a discutir sus ideas.
"Yo quiero hacer una escultura de animales con plastilina", dijo Mauro emocionado.
"¡Eso suena genial! Pero yo creo que haré una pintura gigante de un arco iris", comentó Carolina.
"¿Y qué hay de un baile? Puedo hacer una coreografía que incluya a todos", dijo Saulo con una amplia sonrisa.
- “Yo quiero diseñar un sombrero que brille”, expresó Keyla, mientras se tocaba su cabello.
- “¡Yo tengo una idea! Haremos un mural donde todos aportemos algo”, propuso Ramses.
Los amigos estuvieron de acuerdo en unir fuerzas y trabajar juntos en el mural. Todos se entusiasmaron y comenzaron a planificar cómo lo harían.
"Cada uno de nosotros va a aportar un dibujo, y después los vamos a unir para formar un mural gigante", explicó Carolina.
"Podemos hacer un sol brillante, flores, y hasta un castillo", sugirió Keyla.
"Me encantaría dibujar un dragón que cuida el castillo!", agregó Ramses.
"¡Y yo pintaré un río con peces de colores!", añadió Mauro.
"Yo voy a hacer un arcoíris que salte de una montaña a otra!", concluyó Saulo.
El día del concurso llegó. Los niños estaban nerviosos pero emocionados. En la sala, los papás y otros niños miraban las creaciones. Sin embargo, en medio del evento, sucedió algo inesperado. Un fuerte viento entró por una ventana y desordenó los trabajos de todos.
"¡Oh no!", gritó Mauro, viendo cómo su plastilina se caía al suelo.
"¡Mi pintura!", exclamó Carolina, mientras sus colores se deslizaban por los bordes.
"¡Todo se fue volando!", lamentó Saulo, que veía derraparse su arcoíris.
"Esto es un desastre", dijo Keyla, triste por su sombrero.
"Necesitamos unirnos y hacer algo rápido", dijo Ramses, mirando a todos con determinación.
Los amigos se miraron y decidieron trabajar juntos, sin importar lo que había sucedido. Recogieron lo que podían y utilizaron su imaginación para crear algo totalmente nuevo. Debido al tiempo que perdieron, el mural que habían planeado se convirtió en una mezcla de los elementos que habían creado antes.
Después de muchos intentos y risas, finalmente lograron rehacer el mural. Decoraron el mural con pegatinas brillantes, trozos de cartón y todos los colores que encontraron. Ahora era una obra de arte llena de energía, reflejando la creatividad y la unión entre ellos.
Cuando los jueces llegaron, se quedaron asombrados por el mural.
"¿Quién es el autor de esta maravillosa creación?", preguntó la señora Ana, mirando a todos con ojos brillantes.
"¡Es un trabajo en equipo!", respondieron a coro los cinco, sonriendo ampliamente.
Finalmente, el jurado decidió otorgarles un premio especial: el de mejor trabajo en equipo.
"Hicieron algo increíble, no solo con su arte, sino también con su colaboración y amistad", agregó la señora Ana.
"¡Sí! Nos divertimos mucho al trabajar juntos!", dijo Carolina.
"Y aunque el viento trató de arruinarlo, no nos rendimos", complementó Mauro.
"Eso nos enseñó que trabajar en equipo no solo es más divertido, ¡sino también mucho más creativo!", concluyó Saulo.
Desde aquel día, el Jardín de Infantes Arcoíris resonó con la risa y la creatividad de Carolina, Mauro, Ramses, Saulo y Keyla. Aprendieron que a veces las cosas no salen como esperamos, pero lo importante es nunca rendirse y siempre valorar la amistad y la colaboración. ¡Así nació su lema: "Juntos somos más fuertes y creativos!"
FIN.