El Gran Concurso de Cuentos
Era un hermoso día en el bosque de Arbolito, donde vivían muchos animalitos. Todos estaban muy emocionados porque se había anunciado un Gran Concurso de Cuentos, organizado por la sabia lechuza Lulú. Al ganador se le otorgaría una gran medalla y la oportunidad de contar su historia en la gran fiesta del bosque.
Los amigos más cercanos, el conejo Roco, la tortuga Tila y el pájaro Pipo, decidieron participar en el concurso.
"¿De qué tratará tu cuento, Roco?" - preguntó Tila mientras comían zanahorias.
"Quiero contar sobre un valiente héroe que rescata a su mejor amigo en apuros" - contestó Roco, emocionado.
"Eso suena genial, Roco! Yo quiero contar una historia sobre el valor de la amistad," - añadió Pipo, mientras revoloteaba feliz.
"Yo todavía no sé de qué escribir, pero tengo que pensar rápido!" - dijo Tila, frunciendo el ceño.
Pasaron los días y Roco y Pipo avanzaban con sus relatos, mientras Tila todavía no conseguía idea alguna. Una noche, mientras estaba sentada bajo un árbol, una pequeña luciérnaga llamada Lila se le acercó.
"¿Por qué tan pensativa, Tila?" - preguntó Lila con su suave voz.
"No encuentro una historia para contar en el concurso, siento que nunca seré tan buena como mis amigos" - respondió Tila con tristeza.
"Quizás no necesitas hacer una historia grandiosa, solo necesitas contar tu historia" - le sugirió Lila y se puso a brillar con intensidad.
"¿Mi historia?" - preguntó Tila intrigada.
"Sí! Todos tenemos algo especial que contar, solo tienes que mirarte a ti misma" - dijo Lila, iluminando el corazón de Tila.
Inspirada por las palabras de la luciérnaga, Tila comenzó a escribir. Su historia trataba sobre un viaje lento pero seguro, donde la protagonista enfrentaba obstáculos en el camino, pero con valentía y trabajo duro lograba llegar a su destino. Tila reflejó en su cuento lo que había vivido a lo largo de su vida, siendo siempre una tortuga que nunca se rendía.
El día del concurso llegó, y todos los habitantes del bosque se reunieron para escuchar las historias. Roco fue el primero en contar su historia de aventuras y valentía.
"...y el héroe logró rescatar a su amigo justo a tiempo!" - terminó Roco con una sonrisa.
Luego fue el turno de Pipo, que narró su conmovedora historia sobre la fuerza de la amistad. Con cada palabra, los animalitos aplaudieron y sonrieron.
Finalmente, llegó el momento de Tila.
"Hoy quiero contarles que ser diferente no significa ser menos. Todos tenemos un ritmo propio y eso es lo que nos hace únicos" - comenzó Tila, mientras su voz se llenaba de seguridad.
Los animales escucharon atentamente, maravillados por la historia de perseverancia y dedicación.
Cuando concluyeron todas las historias, Lulú la lechuza les dio a todos una medalla por participar y anunció al ganador.
"Este año hemos tenido cuentos maravillosos, pero la medalla de oro es para... ¡Tila, la tortuga!" - exclamó Lulú.
"¡No puede ser!" - gritó Roco, sorprendido.
"¡Felicitaciones, Tila!" - gritó Pipo, emocionado.
Tila no podía creerlo, su corazón brillaba de felicidad.
"Gracias, gracias!" - exclamó, mientras todos la aplaudían.
"Lo más importante no fue ganar, fue aprender a contar mi propia historia" - dijo, sonriendo a sus amigos.
Así, el bosque celebró no solo el cuento de Tila, sino la diversidad y el valor de cada historia que había escuchado. Desde ese día, nunca se olvidaron de que cada uno en el bosque tenía algo único que ofrecer y que a veces, solo se necesitaba un pequeño empujón para brillar.
Y así, los tres amigos continuaron creando historias, siempre recordando que lo importante es compartir, y que cada uno tenía su propio cuento que contar.
FIN.