El Gran Concurso de la Amistad
En un reino mágico lleno de colores y alegría, vivía una Princesa llamada Lila. Era conocida por su bondad y su deseo de hacer del mundo un lugar mejor. Un día, Lila decidió organizar un gran concurso donde todos los seres mágicos del reino podrían demostrar sus talentos y, sobre todo, fortalecer la amistad entre ellos.
Lila, emocionada, convocó a todos a su castillo.
"¡Hola, amigos! Este será el primer Gran Concurso de la Amistad. Habrá pruebas de ingenio, creatividad y trabajo en equipo. ¡Los espero a todos!" - dijo Lila, saltando de felicidad.
Los invitados comenzaron a llegar: un Robot llamado Tico, que era muy inteligente; una Hada llamada Brilla, que iluminaba todo a su paso; una Brujita traviesa llamada Nube, que siempre tenía un chiste bajo la manga; y un hermoso Unicornio llamado Estrella, dueño de una magia única.
La competencia empezó. La primera prueba era un rompecabezas gigante que requería la colaboración de todos.
"¡Vamos, equipo! Juntémoslo rápido antes que se acabe el tiempo!" - gritó Tico, moviendo sus piezas con precisión.
Pero, a medida que pasaba el tiempo, se dieron cuenta de que estaba siendo complicado, y la presión comenzaba a causar roces.
"¡Ay, lamento que no puedo encontrar la pieza que falta!" - se lamentó Brilla, un poco frustrada.
"¡No te preocupes, Brilla! Juntos lo lograremos," - la alentó Nube. "Recordemos que la amistad significa ayudarnos unos a otros."
Con esas palabras de ánimo, los amigos se unieron, escucharon las ideas de Tico, dijeron chistes de Nube para relajarse y siguieron iluminando el camino con la luz de Brilla. Finalmente, lograron completar el rompecabezas.
El tiempo se terminó, pero el sentimiento de unión había crecido.
"¡Lo logramos, amigos! El trabajo en equipo es nuestra mayor fortaleza," - dijo Estrella, moviendo su hermosa cola.
Lila sonrió, sabia que la verdadera lección estaba aún por venir. La segunda prueba consisted en crear un mural gigante que representara la amistad. Cada uno comenzó a pintar lo que para ellos representaba ese valor.
Tico pintaba circuitos y engranajes, simbolizando el apoyo y la lógica. Brilla, con destellos de luz, decoró su parte con estrellas y flores. Estrella plasmo un arco iris, mientras que Nube hizo nubes flotantes con sonrisas.
"Mirá lo que hice, ¡es un cielo lleno de risas!" - exclamó Nube, mientras todos se reían.
Pasó más tiempo, el mural fue tomando forma, pero hubo un giro inesperado: de repente, una ráfaga de viento se llevó la pintura de Estrella.
"¡No, mi pintura!" - gritó Estrella, desilusionado.
"¡No te preocupes! Siempre podemos volver a intentarlo. Necesitamos unirnos de nuevo," - sugirió Brilla.
Ante la tristeza, todos comenzaron a buscar soluciones.
"¿Y si hacemos algo nuevo juntos?" - propuso Tico. "Podemos mezclar nuestras ideas y crear un mural aún más grande y bonito."
Aprovechando esa nueva visión, cada uno aportó lo mejor de sí, hasta que lograron hacer algo aún más hermoso de lo que habían pensado. El mural no solo era un reflejo de la amistad, sino que también contaba la historia de su unión y apoyo mutuo.
Al final del concurso, Lila tuvo que decidir quién era el verdadero ganador. Con una gran sonrisa, dijo:
"No hay un solo ganador. Todos ustedes han demostrado que la verdadera esencia de la amistad es apoyarnos en los buenos y malos momentos. ¡Ustedes son los ganadores!"
Fueron aclamados por todos, eran un símbolo de lo que realmente importaba. En ese momento, entendieron que el concurso no era solo por un premio, sino por el descubrimiento de su amistad y unión.
Desde ese día, los amigos se comprometieron a seguir apoyándose y compartiendo aventuras, sabiendo que juntos, pueden enfrentar cualquier desafío. A partir de entonces, el Gran Concurso de la Amistad se convirtió en una tradición anual en el reino, donde el verdadero premio era el cariño y el respeto que se tenían unos a otros.
FIN.