El Gran Concurso de la Playa Palata
En un lugar mágico donde el sol siempre brilla y las olas susurran secretos, se encuentra la Playa Palata. Allí, viven amigos que se preocupan por su hogar. Un día, la tortuga Tula, la estrella del mar Estelita y el cangrejo Roco decidieron organizar un gran concurso para mantener la playa limpia.
"¡Yo puedo hacer la mejor escultura de arena!" - dijo Tula.
"Y yo crearé un baile con las olas y las conchas!" - agregó Estelita emocionada.
"Y yo traeré a todos mis amigos cangrejos para que ayuden en la limpieza. ¡Así la playa brillará!" - exclamó Roco.
El concurso iba a ser increíble, pero había un problema. El día anterior al evento, una tormenta arrasó la playa y dejó toda la arena revuelta. Tula, Estelita y Roco se preocuparon.
"¡Oh no! ¿Cómo haremos nuestro concurso si la playa está así?" - se lamentó Tula.
"No podemos rendirnos. Debemos unir fuerzas y limpiar la playa. ¡Es parte de nuestro concurso!" - dijo Roco con determinación.
Así que, los tres amigos se pusieron manos a la obra. Tula nadó hacia la costa y comenzó a recoger basura y escombros, mientras Estelita guiaba a los peces para que también ayudaran, y Roco llamaba a todos los cangrejos del área.
La primera parte del concurso se transformó en una misión de limpieza. Perdieron la cuenta de cuántas botellas y papeles recogieron. De repente, Roco encontró un viejo mapa.
"¡Miren lo que encontré!" - dijo, su pinza señalando un dibujo de un cofre.
"¡Es un mapa del tesoro!" - exclamó Tula.
"¡Eso sí que sería una gran sorpresa para el concurso!" - agregó Estelita.
Los tres amigos, llenos de emoción, decidieron que, además de limpiar, seguirían el mapa. Así que, después de dejar la playa brillante y reluciente, siguieron las pistas que los llevaban hacia un rincón misterioso donde las rocas parecían bailar con las olas.
Luego de muchas aventuras y de resolver acertijos, llegaron a una cueva escondida. Cuando abrieron el cofre que encontraron, no había oro ni joyas, sino algo mucho más valioso: un grupo de cartas.
"¿Cartas?" - preguntó Tula, confundida.
"¡Miren!" - exclamó Roco, abriendo una carta. "Dice que el verdadero tesoro es cuidar nuestra playa y compartirla con todos los seres que la habitan."
"¡Es cierto! Este era el mensaje que debíamos encontrar. Juntos, somos el tesoro de la Playa Palata!" - dijo Estelita con una sonrisa.
Con mucha alegría, los amigos decidieron incluir ese mensaje en el concurso. El día del evento, la playa estaba más hermosa que nunca, llena de vidas marinas, risas y buena onda. Tula hizo su escultura, Estelita preparó su baile, y Roco reunió a todos los cangrejos y peces.
La Playa Palata vibraba de alegría. Todos los que se acercaron aprendieron que el verdadero concurso no era sólo de arte, sino de amor y cuidado hacia el hogar que compartían.
Al final, todos celebraron juntos, prometiendo cuidar cada rincón de la playa.
"Nosotros somos el sol, la arena, y el agua. ¡Juntos brillamos distrayendo a todos!" - dijo Roco.
"¡Y nunca olvidemos que un simple acto puede hacer una gran diferencia!" - agregó Tula.
Así, la Playa Palata se convirtió en un lugar donde cada día era una fiesta de alegría y cuidado, gracias al gran amor que sus habitantes sentían por su hogar.
FIN.