El Gran Concurso de la Selva
En lo profundo de la selva tropical, vivía una gran variedad de animales, cada uno con una forma única de comunicarse.
El loro Coco hablaba sin parar y con gran entusiasmo, mientras que el búho Búho era muy sabio y hablaba con voz suave y pausada. Un día, los animales de la selva se enteraron de un emocionante concurso de talentos que se llevaría a cabo en el corazón de la selva.
Todos estaban entusiasmados y ansiosos por participar, pero no sabían qué tipo de talento presentar. Coco, el loro, estaba seguro de que su habilidad para hablar sería suficiente para ganar, mientras que Búho pensaba que su sabiduría sería su mejor carta de presentación.
Con el correr de los días, más y más animales se sumaron al concurso: el tigre mostró su fuerza, la serpiente demostró sus habilidades para la danza, y el mono presentó sus acrobacias.
A medida que se acercaba el día del concurso, los animales practicaban y se preparaban con dedicación. Finalmente, llegó el tan esperado día del concurso. Los animales se congregaron en el claro del bosque, ansiosos por mostrar sus talentos.
El concurso comenzó con una exhibición de talentos sorprendentes: el tigre demostró su fuerza, la serpiente deslumbró con su elegante danza, y el mono cautivó a todos con sus increíbles acrobacias. Sin embargo, cuando llegó el turno de Coco, el loro, algo inesperado sucedió.
Coco, que siempre había hablado sin parar, de repente se quedó sin palabras frente a la multitud. La presión del concurso lo había dejado mudo. A continuación, fue el turno de Búho, y para sorpresa de todos, también se quedó sin palabras.
La multitud se quedó en silencio, sin entender lo que estaba sucediendo. Entonces, el zorro, un animal muy astuto, se acercó al escenario. - ¡Amigos! - gritó el zorro.
- ¿No se dan cuenta de lo que está pasando? Coco y Búho siempre han tenido talentos que van más allá de sus habilidades lingüísticas. Coco puede imitar los sonidos de la selva de una manera asombrosa, y Búho tiene la capacidad de escuchar y comprender los problemas de los demás como nadie más.
¿No es eso un talento notable? Los animales asintieron con asombro. Se habían centrado tanto en los aspectos obvios del talento que habían pasado por alto las cualidades únicas de Coco y Búho.
Finalmente, el zorro propuso que en lugar de elegir un ganador, todos los animales celebrasen y reconocieran los talentos diversos y únicos de cada uno. Los animales estuvieron de acuerdo, y juntos disfrutaron de una maravillosa y alegre celebración en la selva.
Desde ese día, los animales valoraron y respetaron los talentos especiales de cada uno, aprendiendo que la verdadera diversidad yace en la apreciación de las habilidades diferentes.
Y aunque no hubo un ganador del concurso, todos se sintieron como campeones al vivir en una selva llena de amor y reconocimiento mutuo.
FIN.