El Gran Concurso de las Estrellas
En un pequeño pueblo llamado Estrellita, todos los años se celebraba el Gran Concurso de las Estrellas, un evento muy esperado donde los niños podían mostrar sus talentos y ganar el codiciado trofeo del brillo.
Un día soleado, cuatro amigos: Sofía, Tomás, Lucho y Paloma, decidieron participar. Cada uno tenía un talento especial: Sofía podía bailar como nadie, Tomás era un maestro del dibujo, Lucho tocaba la guitarra y Paloma cantaba como un ángel.
"¡Vamos a ganar el concurso!", dijo Sofía con entusiasmo.
"Sí, pero debemos prepararnos muy bien", respondió Tomás, haciendo un garabato en su cuaderno.
"Podemos formar un grupo y mezclar nuestras habilidades", sugirió Lucho, tocando algunas notas en su guitarra.
"¡Eso suena genial!", exclamó Paloma, llenándose de emoción.
Así, los amigos empezaron a ensayar cada semana. Pero, mientras se preparaban, un nuevo chico llegó al pueblo. Se llamaba Lucas y era un mago talentoso. Todos los niños estaban impresionados por sus trucos.
"¿Creen que debamos incluirlo en nuestro grupo?", preguntó Sofía.
"Tal vez sí, pero..." dijo Paloma, dudando un poco.
"No hay que tener miedo, los magos también pueden ser amigos", argumentó Lucho.
Así que se acercaron a Lucas.
"¿Te gustaría unirte a nosotros en el concurso?", le preguntó Sofía.
"Me encantaría, pero no sé si encajaré con ustedes", respondió Lucas, mirando al suelo.
"¡No te preocupes, aquí todos somos diferentes pero juntos somos mejores!", dijo Tomás.
"Exacto, ¡tú también traerás algo único!", agregó Paloma con una sonrisa.
Después de un momento de reflexión, Lucas aceptó unirse al grupo. A partir de ese día, el grupo se volvió inseparable, ensayaban juntos y aprendían uno del otro. Sofía mostró a Lucas algunos pasos de baile, Lucho le enseñó acordes básicos de guitarra, Tomás le mostró sus dibujos e inspiró a Lucas a ilustrar sus trucos de magia, y Paloma lo alentó a usar su voz para contar historias mágicas.
Pero a medida que se acercaba el concurso, los amigos notaron que los ensayos con Lucas eran diferentes. A veces se olvidaba en qué parte de la canción debía aparecer, o se equivocaba con los pasos de baile.
"¡Vamos, Lucas! ¡Concentrate!", le dijo Lucho una vez, algo frustrado.
"Estoy intentando, pero tengo nervios", respondió Lucas con tristeza.
Los amigos, sintiendo que el ánimo de Lucas estaba bajando, decidieron tener una reunión.
"Lucas, no se trata solamente de ganar", comenzó Sofía. "Se trata de divertirnos y disfrutar juntos."
"Sí, y lo importante es que estamos juntos en esto, con nuestros errores y nuestras risas", añadió Tomás.
"Exacto, ¡somos un equipo!", exclamó Paloma.
Esa noche, Lucas se fue a casa pensando en lo que habían dicho sus amigos. Se sintió agradecido por su apoyo y empezó a ver el concurso de una manera diferente. No se trataba de ser el mejor, sino de ser parte de algo especial.
Finalmente llegó el gran día del concurso. La plaza estaba llena de niños y familias emocionadas. El escenario brillaba bajo el luz de las estrellas. Al subir de a uno, cada uno mostró su talento en un desfile de lágrimas y risas. Cuando llegó el turno del grupo, todos sintieron un cosquilleo en el estómago.
"¡Recuerden, a disfrutar!", les dijo Sofía mientras se preparaban.
Y así los cinco, juntos, comenzaron su presentación. Bailaron, cantaron, tocaron música y realizaron mágica con una historia visual. Un momento se mostró como un caleidoscopio de colores y risas.
Al terminar, el público aplaudió con fervor.
"¡Fue increíble!", gritó Paloma.
"¡No importa si ganamos o no!", dijo Lucas, con una gran sonrisa.
Al final, el jurado decidió que todos quienes participaron se llevaron el trofeo del brillo. Todos recibieron un gran aplauso.
Al volver a casa, los amigos se sintieron felices, no solo por el premio, sino por la amistad y los momentos compartidos.
"¿Cuántas aventuras más nos esperan?", preguntó Lucho, mirando las estrellas.
"¡Mil! , y siempre juntos", dijo Tomás.
Y así, Sofía, Tomás, Lucho, Paloma y Lucas aprendieron que la verdadera magia no estaba en ganar, sino en compartir la aventura, la diversión y la amistad.
FIN.