El Gran Concurso de los Corazones
En el colorido pueblo de La Alegría, donde todos los días se celebraban festivales, había una pequeña niña llamada Lila. Lila era conocida por su corazón enorme y su sueño más grande: encontrar un amor sincero y verdadero. Un día, mientras jugaba en el parque, Lila escuchó hablar de un concurso muy especial.
"- ¡Hola, Lila! ¿Viste el anuncio del Gran Concurso de los Corazones?" le preguntó su mejor amigo, Samir, con ojos brillantes de emoción.
"- ¡No, Samir! ¿De qué se trata?" respondió Lila con curiosidad.
"- Los participantes deben hacer una hermosa propuesta de amor y crear una obra de arte que represente su corazón. El premio es un viaje a la Tierra de los Sueños, donde todos los corazones se unen. ¡Yo pienso participar!" dijo Samir.
Lila se sintió intrigada. La idea de expresar el amor y viajar a un lugar mágico la emocionaba, así que decidió participar. Junto a Samir, comenzaron a planear su propuesta. Sin embargo, una sombra se cernía sobre ellos: un rival de la escuela, Octavio, conocido como el “Príncipe Frío”, tenía la reputación de ser el mejor en todo lo que hacía y de no creer en el amor verdadero.
"- No me preocupan las palabras vacías de un corazón sin amor, Lila. Pero tengo que admitir, tu idea de participar me intriga un poco," le dijo Octavio cuando se enteró de sus planes.
"- Yo creo que el amor es lo más poderoso que existe. Y una propuesta sincera puede conmover hasta el más frío de los corazones," Lila respondió con confianza.
El día del concurso llegó. El parque se llenó de risas, colores y música. Lila, Samir y Octavio estaban listos para presentar sus propuestas ante el jurado. Lila decidió hacer un mural gigante que representaba todos los tipos de amor: el amor entre amigos, el amor familiar, y, por supuesto, el amor romántico. Mientras pintaba, cada trazo estaba impregnado de toda la alegría que sentía por sus amigos y su familia.
Octavio, por otro lado, eligió una escultura de hielo. El frío y la dureza del material representaban cómo él veía el amor: efímero y frágil. Pero mientras trabajaba, algo curioso empezó a suceder; comenzó a recordar momentos en los que había sentido amor por su familia y su mascota, lo que le hizo dudar sobre su visión de la vida.
"- ¿Por qué no abres tu corazón, Octavio? El amor no tiene que ser una fría escultura. Puede ser tan cálido como el sol," le dijo Samir mientras pasaba por su lado.
Finalmente llegó el momento de las presentaciones. Lila presentó su mural, llenándolo de risas, colores y la historia de cada tipo de amor. La audiencia estalló en aplausos y la emoción llenó el aire. Luego fue el turno de Octavio. Al principio, su escultura impresionó a todos, pero al ver la calidez del mural de Lila, él se sintió diferente y vulnerable.
"- He pensado mucho en lo que significa el amor. Creí que debía ser algo frío y distante, pero hoy veo que es todo lo contrario," dijo Octavio, palpitando su nuevo entendimiento. "- Lila, me alegra ver cómo el amor puede ser uniendo, cálido…"
La multitud no podía creer lo que escuchaba. El Príncipe Frío se estaba abriendo al amor. Los corazones comenzaron a brillar y, en ese momento, Lila le sonrió con dulzura.
La sabiduría de Lila había tocado el corazón de Octavio, demostrando que el amor puede ser el puente que une a todos. El jurado, inspirado por el crecimiento de Octavio y el hermoso mensaje de Lila, decidió que ambos ganaron el concurso.
"- Ahora deben seguir creando y viviendo con amor, así que el viaje a la Tierra de los Sueños será para todos nosotros," anunció el jurado.
Y así, Lila, Samir y Octavio aprendieron que el amor verdadero no solo se encuentra en relaciones románticas, sino en la amistad, el apoyo y la conexión con los demás. Octavio, al abrir su corazón, dejó de ser el Príncipe Frío y se convirtió en un nuevo amigo y cómplice de aventuras. Desde ese día, el pueblo celebró no solo el amor, sino la valentía de ser uno mismo ante los demás.
FIN.