El Gran Concurso de Mascotas
En un pequeño pueblo llamado Palomitas, donde el sol brillaba siempre y las flores llenaban de colores las calles, vivía un grupo de amigos: Lucas, Sofía y Tomás. A ellos les encantaban los animales y jugaban cada tarde en el parque con sus mascotas: un perrito llamado Max, una gatita llamada Luna y un loro llamado Paco.
Un día, mientras jugaban al fútbol, escucharon a la señora Rosa, la dueña de la tienda de mascotas, anunciar algo emocionante.
"¡Atención, niños! ¡Este fin de semana habrá un Gran Concurso de Mascotas en la plaza! Habrá premios para las mascotas más lindas y bien cuidadas. ¡No se lo pueden perder!".
"¡Eso suena increíble!" - exclamó Sofía, moviendo su colita de gato de un lado a otro.
"Sí, ¡y puedo llevar a Max!" - dijo Lucas emocionado.
"Yo llevaré a Luna, ¡será genial!" - afirmó Tomás.
Los amigos comenzaron a prepararse para el concurso. Pero mientras más pensaban en cómo ganar, más se daban cuenta de que debían cuidar de sus animales para que se vieran saludables y felices.
El día del concurso, la plaza estaba llena de niños y sus mascotas. Había perros, gatos, aves y hasta un conejo gigante. Todos estaban ansiosos por mostrar sus animales.
"¡Qué bonito es cuidar bien a nuestras mascotas!" - decía Sofía mientras peinaba a Luna.
"Y también es muy divertido meterlas en el agua. ¡Miren!" - dijo Tomás, llenando un pequeño balde para que le gustara a Paco.
Justo en ese momento, Lucas se dio cuenta de algo.
"¡Espera! No podemos dejar a nuestros animales solos. Ellos necesitan estar cómodos y seguros. ¡Debemos cuidarlos primero!"
Sofía y Tomás miraron a sus mascotas y asintieron. Entonces decidieron hacer un pequeño descanso antes de participar en el concurso.
Pasaron un buen rato jugando en el parque, dándoles agua y comida a sus animales. Lucas, Sofía y Tomás comenzaron a hablar con otros niños sobre lo que era cuidar bien a una mascota.
"Lo más importante es darles mucho amor y mantenerlos saludables" - dijo Lucas.
"Así es. ¡Mira cómo sonríe Max!" - respondió Sofía. Todos los animales parecían radiantes de felicidad.
Finalmente, llegó la hora del concurso. El jurado, compuesto por cinco adultos amables, comenzó a evaluar las mascotas. Cuando llegó el turno de Lucas, Sofía y Tomás, los jurados se dieron cuenta de cuánto cariño tenían por sus animales.
"¡Qué mascotas tan cuidadas! ¿Cómo lo lograron?" - preguntó uno de los jueces.
"Les damos mucho amor y les enseñamos a ser buenos amigos. ¡Por eso están tan felices!" - respondió Sofía con una gran sonrisa.
Mientras los jueces deliberaban, los amigos se dieron cuenta de que el verdadero premio no era ganar el concurso, sino el tiempo compartido y lo felices que eran sus mascotas.
Entonces, el jurado anunció los ganadores. Lucas y sus amigos esperaban emocionados.
"El premio para el grupo que más cuida a sus mascotas es… ¡Para Lucas, Sofía y Tomás!" - ¡gritaron todos!
Aplaudieron con alegría mientras Lucas, Sofía y Tomás subieron al escenario con sus animales, sintiéndose más orgullosos que nunca.
"Nunca olviden que la verdadera ganancia de tener una mascota es el cariño que compartimos con ella" - dijo el jurado, llenando sus manos con medallas brillantes.
De esa manera, el Gran Concurso de Mascotas no solo había premiado a las mejores mascotas, sino también a los mejores amigos de cuatro patas.
Y así, en el pueblo de Palomitas, Lucas, Sofía y Tomás aprendieron que cuidar de sus mascotas era igual a multiplicar la felicidad. Desde ese día, se comprometieron a ser siempre responsables con sus queridos amigos animals y plumíferos.
FIN.