El Gran Concurso de Sabiduría



En un colorido rincón de la selva, un cocodrilo llamado Coco y un caimán llamado Cami eran los mejores amigos. Ambos disfrutaban de pasear juntos por el río, jugando y charlando sobre sus aventuras. Pero había un problema, Cami siempre le decía a Coco que él estaba mucho más acertado que él en todo lo que sabían sobre el mundo.

Un día, mientras daban un paseo, Cami miró hacia la lejanía y vio a un león llamado Leo, que estaba sentado bajo un árbol con un libro enorme en sus patas.

- ‘Mirá, Coco, ese león tiene que saber muchas cosas’, - dijo Cami.

- ‘Sí, pero no te creas que porque lea mucho es más inteligente que nosotros’, - respondió Coco, algo celoso.

A medida que se acercaban, Leo levantó la vista y les sonrió.

- ‘¿Qué traen por aquí, amigos? ’ - preguntó Leo.

- ‘¿Podrías ayudarnos a decidir quién sabe más? ’, - propuso Cami emocionado.

- ‘¡Sí! Hagamos un concurso de sabiduría’, - exclamó Coco.

Leo, divertido con la idea, aceptó ser el juez del concurso.

- ‘Muy bien, el que responda correctamente a más preguntas será el más sabio.’ - dijo Leo.

Los tres amigos se tocaron las patas y comenzaron el concurso. Leo empezó a lanzar preguntas del más variado contenido: sobre el mundo animal, la naturaleza, las curiosidades de la selva, e incluso un poco de historia.

- ‘Cami, ¿cuál es el animal más veloz de la selva? ’

- ‘Fácil, ¡el guepardo! ’, - respondió Cami rápidamente.

- ‘Correcto’, - dijo Leo.

Sin embargo, cuando le tocó a Coco, se quedó pensando un poco más.

- ‘Coco, ¿cuántos dientes tiene un cocodrilo adulto? ’

- ‘¡Tengo que pensarlo! ’ - dijo Coco. Finalmente, sonrió y respondió, - ‘¡Entre 60 y 70! ’

- ‘Correcto’, - dijo Leo.

Así continuaron, haciendo preguntas y dando respuestas. Pero llegó un momento crucial, donde Leo hizo una pregunta más desafiante:

- ‘¿Qué es más importante, la inteligencia o la amistad? ’

Cami, ansioso por demostrar que sabía más, respondió rápidamente:

- ‘¡Es la inteligencia! Porque sin saber no podemos sobrevivir’.

Coco, en lugar de apresurarse, reflexionó un momento.

- ‘Creo que es la amistad. Sin nuestros amigos, no tendríamos a nadie con quien compartir lo que sabemos. La amistad nos hace más fuertes’.

Leo se quedó pensando profundamente.

- ‘Ambas son importantes, pero a veces la amistad puede ser la clave que nos une y nos ayuda a crecer juntos’.

Al final, el concurso concluyó. Aunque Cami había ganado más puntos, Leo decidió que el verdadero ganador era la amistad que compartían.

- ‘Hoy aprendimos algo muy valioso. No importa quién sabe más, porque juntos somos mucho más fuertes y felices.’

Cami, que al principio había sentido que debía ser el mejor, comenzó a entender su error.

- ‘Tenés razón, Coco, la verdadera sabiduría está en reconocer que no estamos solos y que necesitamos de los demás’.

Desde ese día, los tres amigos todos los días dedicaban un tiempo a aprender cosas nuevas, pero sobre todo, disfrutar de la compañía del otro mientras lo hacían. Jugaron, exploraron y compartieron su sabiduría, y así, juntos, hicieron de su selva un lugar más ameno y divertido.

Y entendieron que la amistad no sólo los hacía mejores, sino que también los hacía más sabios.

Desde entonces, Coco, Cami y Leo organizaron cada semana un encuentro donde seguían compartiendo aprendizajes y aventuras, celebrando la belleza de la amistad en un mundo diverso y lleno de sabiduría por descubrir.

FIN.

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