El Gran Concurso de Salto de Rocco el Mono



Había una vez en la selva brillante de Verdeluz, un mono muy juguetón llamado Rocco. Rocco tenía un sueño: quería ganar el Gran Concurso de Salto que se celebraba cada año. Todos los animales de la selva se preparaban para mostrar sus habilidades, pero Rocco siempre saltaba de un árbol a otro practicando con mucha energía.

Un día, mientras estaba saltando, se encontró con Lila, la tortuga. Ella lo miró con curiosidad y le preguntó:

"¿Rocco, por qué saltas tanto?"

"¡Estoy entrenando para el Gran Concurso de Salto!" respondió Rocco, emocionado.

"Pero, Rocco, ¡eres un mono increíble! ¿Por qué no piensas en algo más que solo saltar?" sugirió Lila.

"Porque seré el mejor saltador de todos, ¡y quiero que todos me lo reconozcan!"

Al día siguiente, comenzaron las inscripciones para el concurso. Rocco llegó muy entusiasmado y se encontró con su amigo Jabato, el jabalí.

"¡Buenos días, Rocco! ¿Estás listo para ganar el concurso?" preguntó Jabato.

"¡Súper listo! Tengo un plan para impresionar a todos con mis saltos más altos y rápidos."

"No olvides que hay muchas más habilidades a mostrar, Rocco", le advirtió Jabato.

"No, no, ¡yo solo necesito saltar!" contestó Rocco, confiado.

El día del gran concurso llegó y todos los animales estaban muy emocionados. Rocco estaba nervioso, pero rápidamente comenzó a practicar. Una polilla, Ana, se acercó a él:

"¡Rocco, no te olvides de disfrutar!"

"¡Claro, claro! Pero debo ganar!"

Cuando Rocco saltó, todos los animales aplaudieron. Saltó muy alto y la verdad, ¡nunca había hecho algo así! Pero, se distrajo al escuchar los aplausos y olvidó que debía caer en un círculo marcado.

"¡Oh no!" gritó Rocco mientras caía al lado del círculo, sin lograr su meta.

Rocco estaba muy triste y pensó en rendirse. En ese momento, Lila se acercó nuevamente:

"Rocco, ¿te acuerdas de lo que te dije? No se trata solo de ganar, sino de participar y disfrutar con amigos. Y aunque no hayas ganado, ¡hiciste algo increíble!"

Rocco miró a Lila y comprendió que a veces, el esfuerzo y la amistad son más importantes que la victoria. Juntos, se pusieron a saltar y a reír, disfrutando de la belleza de su amistad y de la selva.

Al final, Rocco recibió un premio especial por ser el más divertido y alegre, y no pudo estar más feliz.

"Este premio es para todos mis amigos, porque sin ustedes, no hubiera podido disfrutar del día como lo hice. ¡Gracias, amigos!"

Rocco aprendió que ganar no siempre es lo más importante y que lo más lindo de la vida son los momentos compartidos con amigos.

Así que, al año siguiente, aunque todavía soñaba con ser el mejor saltador, se prometió a sí mismo disfrutar aun más para que todos se divirtieran junto a él.

FIN.

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