El Gran Concurso de Talentos



En un pequeño pueblo llamado Colorín, los niños estaban emocionados por el Gran Concurso de Talentos que se celebraría en la plaza central. Todos los niños querían participar, pero algunos estaban un poco nerviosos. Entre ellos estaba Valentín, un niño pequeño que siempre se comparaba con los demás.

"No sé si debería participar, soy muy torpe en comparación con ellos..." - decía Valentín, bajando la mirada. Su amiga Lía, que siempre tenía una sonrisa en el rostro, lo miró con simpatía.

"¡Valen! No te compares con nadie. Cada uno tiene su propio talento. ¡Deberías presentar tu magia!" - lo animó Lía.

Valentín se quedó pensando. Hacía tiempo que había aprendido algunos trucos de magia, pero la idea de mostrarlo en público le daba miedo.

Unos días antes del concurso, la maestra de la escuela, la Seño Clara, les habló sobre la importancia de la autoestima.

"Queridos chicos, cada uno de ustedes es especial y único. Lo más importante es hacer lo que amas y disfrutarlo, sin importar el resultado." - les dijo con una sonrisa.

Valentín sintió un pequeño calidez en su interior. Tal vez, solo tal vez, podría intentarlo. El día del concurso llegó y los nervios estaban en el aire. Los niños mostraron sus talentos: algunos cantaban, otros bailaban y algunos hacían acrobacias.

Cuando llegó el turno de Valentín, su corazón latía con fuerza.

"¿Qué pasará si me equivoco?" - pensaba temeroso. Pero en ese momento, vio a sus amigos animándolo desde el público.

Con un profundo suspiro, Valentín subió al escenario.

"¡Hola a todos! Mi nombre es Valentín y voy a hacer algunos trucos de magia..." - comenzó. Mientras realizaba sus trucos, fue sintiendo que los nervios se desvanecían.

La magia que mostró fue pura diversión y la risa del público llenó su corazón de alegría. Al final, recibió una ovación.

"¡Bravo, Valentín!" - gritaron. Los brillantes ojos de Lía lo miraban llenos de admiración.

Terminando su actuación, la Seño Clara subió al escenario.

"Valentín, no solo mostraste tu talento, sino que también inspiraste a otros a dar lo mejor de sí. Recuerden, chicos, que la autoestima es creer en uno mismo y celebrarse a uno mismo, ¡como hizo Valentín!" - dijo.

Todos aplaudieron y Valentín sintió una alegría indescriptible.

Más tarde, Lía se acercó.

"Valen, ¡hiciste magia en serio! Vi cómo disfrutaste y eso es lo más importante. Te prometo que la próxima vez yo también me animo a bailar... ¡aunque tengo miedo!"

Sintiendo que el apoyo de los amigos era fundamental, Valentín le dio un fuerte abrazo a Lía.

"Juntos podemos hacer lo que queramos, ¡solo hay que creer en nosotros!" - dijo él, lleno de confianza.

Y así, todos en Colorín aprendieron que con amor propio y amistad, se pueden lograr grandes cosas, y lo más importante, disfrutar de cada momento.

FIN.

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