El gran cumpleaños de Clarita de mi corazón

Había una vez en un hermoso pueblo, una linda niña llamada Clarita, a quien todos querían mucho. Clarita estaba a punto de cumplir su primer año de vida, y su mamá estaba preparando una gran fiesta para celebrarlo.

"¡Mamá, mamá, hurra! ¡Estoy por cumplir un año!" exclamó Clarita, con una sonrisa tan grande como su corazón. "Sí, mi amor, vamos a tener una fiesta muy especial para ti", respondió la mamá, emocionada.

Mientras tanto, Clarita decidió emprender una aventura por el pueblo para invitar a todos los animales a su fiesta. En el camino, conoció a un conejito chamuyero, a una tortuga lenta pero segura, y a un pajarito que cantaba alegremente.

Con cada invitación, Clarita les enseñó la importancia de la amistad, la generosidad y el amor. Finalmente, llegó el día de la gran fiesta.

El sol brillaba en el cielo y todos los amigos de Clarita estaban allí: el conejito, la tortuga, el pajarito, e incluso un zorro muy simpático que se había sumado a la celebración. Juntos, disfrutaron de deliciosos bocadillos, juegos y risas. Pero de repente, una nube oscura apareció en el cielo y comenzó a llover.

Todos se pusieron tristes al ver arruinada la fiesta, pero Clarita no se dio por vencida. "Tranquilos amigos, ¡vamos a bailar bajo la lluvia!" exclamó Clarita. Con su espíritu alegre, empezó a bailar y a saltar bajo la lluvia, y todos los demás la siguieron.

Pronto, la tristeza se transformó en felicidad, y la lluvia en arcoíris. La fiesta se convirtió en la mejor celebración que el pueblo había visto. Clarita enseñó a todos que, incluso en los momentos difíciles, siempre hay razones para sonreír.

Desde ese día, el pueblo llamó a Clarita "la niña del corazón feliz", y su cumpleaños se convirtió en una fiesta anual llena de amor y alegría.