El Gran Debate de Tercero



Era un espléndido día en la escuela primaria 'El Arco Iris', donde la clase de tercero estaba a punto de comenzar su fascinante discusión sobre los seres vivos. La maestra había propuesto un tema que prometía ser muy divertido y educativo: ¡los animales y los humanos!

- ¡Buenos días, chicos! -dijo la maestra, sonriendo. - Hoy vamos a hablar de algo muy interesante: ¿qué nos hace especiales como seres humanos?

Mérida, la más inquieta del grupo, levantó la mano con entusiasmo.

- Yo sé, yo sé! Las personas somos animales mamíferos, pero... -dijo, gesticulando.- ¡podemos pensar y hablar!

Carmen, con su mirada curiosa, asintió.

- Claro, Mérida. Pero también somos iguales y diferentes. Algunos son altos, otros bajos, hay quienes tienen el cabello rizado y otros lacio. ¡Somos únicos! -exclamó Carmen.

Martín, que siempre prestaba atención a los detalles, se unió a la conversación.

- Y no olviden las partes del cuerpo humano. Cada uno tiene una cabeza, un tronco y extremidades. -dijo mientras señalaba sus propias partes. - La cabeza es donde está el cerebro, y el tronco es la parte central de nuestro cuerpo. ¡Sin mencionar nuestras piernas y brazos!

Justo en ese momento, la puerta se abrió y el director de la escuela entró con una gran caja.

- Hola chicos, ¿qué están discutiendo? -preguntó con una sonrisa.

- ¡Estamos aprendiendo sobre los humanos y los animales! -respondió Mérida con el mismo entusiasmo que la dirección había mostrado.

- ¡Eso suena genial! -dijo el director. - ¡Tengo una sorpresa para ustedes!

El director comenzó a sacar objetos de la caja.

- Cada uno de estos objetos representa un animal: un tambor que representa a un león, una pluma para un pájaro y una máscara de pez. ¡Vamos a hacer un juego! Cada uno tomará un objeto y deberá contar cómo es el cuerpo de ese animal y cómo se compara con el cuerpo humano.

Los niños se miraron emocionados y corrieron a escoger sus objetos. Mérida eligió la máscara de pez, Carmen el tambor del león y Martín la pluma del pájaro.

- ¡Yo empiezo! -gritó Mérida, feliz de tener el pez. - Los peces tienen un cuerpo alargado, aletas y no tienen brazos ni piernas como nosotros. Pero nadan increíblemente.

- ¡Muy bien, Mérida! -dijo la maestra, aplaudiendo.

Luego fue el turno de Carmen. Ella tomó el tambor en su mano y lo golpeó suavemente.

- ¡El león es un gran mamífero! Tiene cuatro patas, y su cuerpo es más fuerte que el nuestro. Pero nosotros podemos hablar y pensar en cosas muy complejas. -dijo Carmen, emocionada por el conocimiento que compartía.

Finalmente, Martín se acercó con la pluma.

- Yo tengo un pájaro. -anunció. - Ellos vuelan con sus alas. Tienen un cuerpo liviano, y aunque no pueden hablar como nosotros, tienen su propio lenguaje de trinos. -

Justo en ese momento, resonó un fuerte ruido en la parte trasera del aula. Los niños se asustaron un poco y miraron hacia donde provenía el sonido. Resultó ser un grupo de pajaritos que habían entrado por la ventana abierta.

- ¡Miren! -exclamó Mérida. - ¡Son pájaros!

Los pajaritos empezaron a hacer ruido y a volar de un lado a otro.

- ¿Ven eso? -preguntó Carmen. - Ellos pueden volar libremente, ¡y nosotros no podemos hacer eso! Pero también podemos hacer tantas cosas que ellos no pueden. Solucionamos problemas, creamos historias y construimos cosas.

- Y aunque somos tan diferentes, todos somos importantes en este mundo. -dijo Martín mirando a sus compañeros. - Así que todos tenemos algo único que ofrecer.

Los niños se sintieron llenos de alegría y camaradería al entender que a pesar de sus diferencias, eran parte de algo más grande. Durante el resto de la clase, hicieron dibujos de sus animales y compartieron historias sobre cómo sienten que cada uno de ellos encaja en el mundo.

Y así, en la clase de tercero de 'El Arco Iris', aprendieron que cada ser en este planeta, ya sea humano o animal, tiene un lugar especial que merece ser celebrado. Al terminar la clase, se prometieron cuidar y valorar todas las criaturas de su entorno tanto como a ellos mismos, porque juntos, hacían de este mundo un lugar más hermoso.

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Total palabras: 682.

FIN.

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