El Gran Desafío
Era un soleado día en la UA, la famosa escuela de héroes, cuando Izuku Midoriya y Katsuki Bakugou decidieron salir a explorar el jardín. De repente, se encontraron con un misterioso mapa que parecía haber pertenecido a un héroe legendario. -
- ¡Mira esto, Bakugou! -exclamó Izuku, señalando el mapa. - Parece que nos lleva a un gran tesoro.
- ¿Y qué? -respondió Katsuki, con su típica actitud desafiante. - No necesito un mapa para encontrar lo que sea. Yo soy el mejor.
Izuku sonrió, animado. - Tal vez, pero sería más divertido hacerlo juntos. ¡Así podremos demostrar que somos un buen equipo!
Katsuki lo miró con desdén, pero algo en su interior lo intrigó. Después de todo, la idea de encontrar un tesoro era emocionante. - Está bien, pero no te interpongas en mi camino. -
Así que, decidieron seguir las indicaciones del mapa. Mientras caminaban por el jardín, encontraron un grupo de criaturas mágicas que parecían guardianes del tesoro. -
- ¡¿Qué son ustedes? ! -preguntó Bakugou, frunciendo el ceño.
- Somos los guardianes de la imaginación -respondió una criatura colorida con alas brillantes. - Solo aquellos con true heroes dentro de ellos podrán pasar. Deben demostrar su valentía y trabajo en equipo.
- ¿Valentía? -rió Bakugou. - Eso es fácil. ¡Miren cómo me enfrento a ustedes!
Izuku, intentando calmar a su amigo, propuso resolver un enigma que los guardianes les presentaron. - Si acertamos, podremos avanzar. Solo necesito que trabajemos juntos. -
El enigma era complicado, y Bakugou, acostumbrado a resolver problemas de forma directa, se frustró. Pero Izuku le recordó que el trabajo en equipo era lo que hacía a los héroes verdaderos. -
- ¡No te olvides de nuestra promesa! ¡Tú y yo juntos somos más fuertes! -dijo Izuku, con sus ojos brillando de determinación.
Bakugou, aunque renuente, asintió y juntos comenzaron a pensar. Después de un par de intentos, lograron resolver el enigma y atravesaron el portal que los llevó a un lugar lleno de luces y maravillas, donde hallaron cajas llenas de experiencia y conocimiento en lugar de oro.
- Esto es... diferente, pero impresionante -admitió Bakugou, sorprendido. - Bueno, hicimos un buen trabajo. Aunque, claro, yo lo hice mejor. -
Izuku sonrió. - No importa quién lo hizo mejor. Lo importante es que lo hicimos juntos. Así es como se forman verdaderos héroes.
Esa tarde, volvieron a la escuela con más que solo un tesoro; llevaron consigo una amistad más fuerte y la lección de que el verdadero valor está en trabajar juntos y apoyarse mutuamente. Como amigos, no importa cuán diferentes sean, pueden lograr cosas increíbles.
Y así, la historia de Izuku y Katsuki se convirtió en una leyenda que todos contaban en la UA, recordando siempre que ser un héroe no es solo tener poderes, sino también tener el corazón y la voluntad de colaborar.
Desde ese día, los dos amigos continuaron enfrentando nuevos retos, sabiendo que, aunque a veces no estén de acuerdo, siempre podrían contar el uno con el otro.
FIN.