El Gran Desafío de la Comida Saludable



En el colegio ISI College de la ciudad de Neuquén, Clara, Anto y Jazmín estaban muy emocionadas por la clase de informática que iba a dar la profesora Aurora. Era un día especial porque iban a aprender a crear su propio videojuego sobre comida saludable.

- ¡No puedo esperar más, me encanta hacer juegos! - dijo Clara con una sonrisa, moviendo sus manos con entusiasmo.

- A mí también, pero espero que no sea muy complicado - agregó Anto, un poco nervioso.

- ¡Podemos hacerlo juntas! Siempre es más fácil así - respondió Jazmín con confianza.

Cuando llegaron al aula, la profesora Aurora las recibió con un aire de misterio.

- ¡Bienvenidas, chicas! Hoy vamos a embarcarnos en una aventura increíble. Vamos a generar un videojuego que motive a las personas a comer de manera saludable. ¿Están listas?

Las niñas asintieron con la cabeza. Aurora les mostró cómo comenzar a diseñar el juego usando la computadora. Primero, diseñaron a los personajes, que serían frutas y verduras con superpoderes.

- ¿Qué tal si hacemos que la zanahoria pueda saltar muy alto? - sugirió Jazmín.

- ¡Sí! Y la manzana puede hacer que los jugadores tengan más energía - agregó Clara, entusiasmada.

- ¡Genial! Pero necesitamos una misión. ¡¿Cuál será? ! - preguntó Anto.

Después de discutir varias ideas, decidieron que los personajes debían recolectar comida saludable para salvar un mundo lleno de comida chatarra que amenazaba con invadir su ciudad.

- ¡Eso suena emocionante! - exclamó Jazmín. - Podemos hacer que las personas elijan entre comida saludable y comida no saludable en cada nivel.

Mientras trabajaban en el proyecto, se enfrentaron a varios obstáculos. La computadora de Anto se apagó de repente, y había que reiniciar todo.

- ¡Oh no! Todo se borró. - dijo Anto, desanimado.

- No te preocupes, podemos volver a hacerlo. Lo mejor de los fallos es que aprendemos - dijo Clara, tratando de animar a su amiga.

- ¡Vamos a trabajar más rápido! - agregó Jazmín con optimismo.

Con el apoyo de la profesora Aurora, lograron reconstruir el juego y pusieron más ideas aún. A medida que avanzaban, también aprendieron sobre los beneficios de cada alimento saludable que estaban creando en su videojuego.

Al finalizar la clase, las niñas estaban muy orgullosas de su trabajo. Tenían un videojuego en el que los jugadores podían recolectar frutas y verduras mientras evitaban la comida chatarra. Con cada nivel, también aprendían datos curiosos sobre los alimentos.

- Esto es increíble, chicas. No solo creamos un videojuego, sino que también enseñamos sobre cómo cuidar nuestra alimentación - dijo Anto, sonriendo.

La profesora Aurora las animó a presentar su videojuego en la feria de ciencias del colegio. Desde el primer momento, las tres amigas trabajaron incansablemente, haciendo mejoras y creando presentaciones creativas. El día de la feria llegó, y todas las familias y estudiantes estaban muy emocionados.

- ¡Aquí estamos! – gritó Jazmín mientras mostraban su videojuego.

- ¡Prueben recolectar todas las verduras y frutas! - les decía Clara mientras ayudaba a los nuevos jugadores.

- ¡Cuidado con las papas fritas! - añadía Anto para mantener la atención del público.

El stand fue un éxito total. Todo el mundo estaba emocionado por probar el videojuego. Al final del día, la profesora Aurora se acercó y les dio un gran abrazo.

- Estoy muy orgullosa de ustedes tres. No solo enseñaron a los demás sobre alimentación saludable, sino que también demostraron lo importante que es trabajar en equipo - les dijo.

Las niñas se miraron con alegría y satisfacción. Habían superado obstáculos, trabajado en equipo y creado algo increíble. Clara dijo:

- ¡Lo logramos! No solo hicimos un videojuego, sino que también ayudamos a otros a conocer lo importante de comer sano.

A partir de ese día, Clara, Anto y Jazmín continuaron explorando nuevas formas de compartir lo que habían aprendido. Comenzaron a hacer pequeños clubes dentro del colegio, donde invitaban a otros a jugar su videojuego y aprender sobre salud a través del juego.

Así, de una simple clase de informática, surgió una emocionante aventura hacia un mundo más saludable, y todo gracias a la creatividad, la perseverancia y la amistad de tres brillantes niñas.

FIN.

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