El Gran Desafío de Simon y Rayo
Simon el valiente y temerio pilito de autos estaba emocionado por su nuevo trabajo: manejar al intrépido Rayo McQueen en una carrera muy importante.
Simon sabía que era un gran honor manejar a uno de los mejores autos del mundo, pero también sabía que tenía una gran responsabilidad. - ¡Vamos, Rayo! -exclamó Simon mientras se subía al auto- Estoy listo para esta carrera. -¡Estupendo! -respondió Rayo McQueen con entusiasmo- Juntos podemos ganar esta carrera.
La carrera comenzó y ambos estaban en la punta hasta que de repente un grupo de autos malvados apareció en la pista.
Simon no se dejó intimidar por ellos y manejó con habilidad para esquivarlos, pero uno de los autos lo golpeó fuertemente y perdió el control. Rayo McQueen intentaba ayudarlo, pero también estaba en peligro ya que los otros autos trataban de sacarlo de la pista.
En ese momento, Simon recordó algo importante:- Siempre hay una solución a cualquier problema -dijo mientras tomaba aire profundamente-Simon encontró una salida y pudo retomar la carrera junto con Rayo McQueen. A pesar del incidente, seguían siendo los favoritos para ganar.
Sin embargo, cuando faltaba poco para terminar la carrera otro auto desleal apareció e intentó sabotearlos. Pero Simon no se rindió fácilmente y logró evitar el ataque hábilmente. Con determinación y habilidad lograron cruzar primero la línea de meta. Al finalizar la competencia, ambos celebraron su victoria juntos.
- Gracias por haberme acompañado durante esta carrera, Simon -dijo Rayo McQueen- Siempre supe que podía contar contigo. - Y yo siempre supe que juntos podríamos ganar -respondió Simon con una sonrisa.
La lección que aprendieron ese día es que, aunque las cosas pueden ser difíciles a veces, siempre hay una solución para cualquier problema. Con determinación y habilidad se puede superar cualquier obstáculo.
FIN.