El Gran Desafío del Granjeros y los Animales del Bosque



Había una vez en un hermoso país, un granjero llamado Don Nicolás. Él vivía en una granja rodeada de un frondoso bosque donde había muchos animales salvajes. Don Nicolás amaba cuidar de sus animales: sus gallinas, vacas y cerdos, pero también sentía curiosidad por el bosque que lo rodeaba.

Un día, mientras recogía los huevos de sus gallinas, escuchó un ruido extraño que provenía del bosque.

"¿Qué será eso?" - se preguntó Don Nicolás mientras se acercaba al límite de su granja. Al asomarse, vio a un grupo de animales del bosque: un ciervo, un conejo, un zorro y un búho.

"Hola, Don Nicolás, somos amigos del bosque. Nos hemos reunido aquí porque necesitamos tu ayuda" - dijo el ciervo, moviendo su cabeza de manera amistosa.

"¿Ayuda? Pero, ¿qué sucede?" - preguntó el granjero, intrigado.

El conejo, con sus orejas grandes y suaves, continuó. "Hemos notado que los árboles del bosque están siendo cortados por una empresa constructora. La casa de muchos de nuestros amigos está en peligro y necesitamos que nos ayudes a detenerlo."

Don Nicolás se quedó pensando. "Pero, ¿cómo puedo ayudarles? Soy solo un granjero, y ellos no me escucharán."

El búho, con su mirada sabia, replicó. "Tú tienes amigos en la ciudad, y si les cuentas lo que sucede, tal vez ellos puedan ayudarnos. A veces, un pequeño acto puede hacer una gran diferencia."

Convencido, Don Nicolás decidió hablar con su familia. Reunió a su esposa María y a sus dos hijos, Sofía y Tomás.

"Familia, tenemos que ayudar a los animales del bosque. Ellos están en problemas y necesitan nuestra voz." - explicó.

María, mirando a sus hijos, respondió. "Sí, debemos hacer algo. ¿Qué tal si organizamos una reunión en la plaza del pueblo?"

Los niños se emocionaron. "¡Sí! Podemos invitar a todos nuestros vecinos. Juntos podemos hacer algo!"

Así lo hicieron. Organizaron la reunión y, cuando llegó el día, la plaza estaba llena. Don Nicolás, con la ayuda de su familia, explicó la situación.

"Amigos, los animales del bosque están siendo desplazados y necesitan nuestro apoyo. Si todos nos unimos, podemos hacer que la empresa detenga la construcción" - dijo con voz firme.

La gente escuchó atentamente y, para su sorpresa, muchos se unieron.

"¡Esto no puede seguir así! Vamos a defender nuestro bosque!" - gritó un hombre del público.

Juntos, decidieron escribir cartas para enviarlas a la municipalidad y organizar marchas para que el mensaje llegara a los oídos correctos.

Días después, la empresa anunció su decisión: "Por las protestas de la comunidad y la preocupación por los animales del bosque, hemos decidido cancelar la obra".

Don Nicolás y su familia, junto con los habitantes del pueblo y los animales del bosque, celebraron la victoria.

"Gracias, Don Nicolás. Has ayudado a salvar nuestro hogar" - dijo el ciervo, mientras todos los animales del bosque se reunían a su alrededor.

Desde ese día, Don Nicolás no solo cuidó a sus animales de granja, sino también a los amigos del bosque. Aprendió que todos en su comunidad, tanto humanos como animales, tenían un papel importante en la protección del medio ambiente.

Y así, uniendo fuerzas, hicieron del bosque un lugar seguro y hermoso para todos.

Cada año, celebran un festival en honor al bosque, donde los niños y los animales de la granja comparten cuentos, juegos y cantan mientras el búho cuenta historias de sabiduría.

"La unión hace la fuerza", dice Don Nicolás, y todos los presentes asienten, felices de haber logrado algo tan grande juntos.

FIN.

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