El gran día de Elio el elefante



Había una vez un simpático elefante llamado Elio que vivía en la selva. Elio era conocido por su enorme corazón y su gran amistad con todos los animales. Tenía un grupo diverso de amigos: Lila la jirafa, Tito el mono, y Pipo el pajarito. Juntos, pasaban sus días jugando y explorando la selva.

Un día, Elio escuchó emocionado que el parque de diversiones más grande de la región iba a abrir sus puertas.

"¡Vamos todos!", exclamó Elio. "¡No podemos perder esta oportunidad!"

"¡Sí! ¡Montañas rusas y algodones de azúcar!", gritó Tito, saltando de alegría.

Sus amigos acordaron encontrarse en la puerta del parque al día siguiente. Al amanecer, Elio llegó con su trompa lista para disfrutar. Cuando entraron, todo era colorido y bullicioso.

Primero, se subieron a la montaña rusa. Elio, siendo un elefante, se sintió un poco pequeño entre la multitud.

"¡No te preocupes, Elio!", dijo Lila. "¡La diversión es para todos!"

Pero mientras jugaban, Elio se distrajo mirando a los acróbatas danzantes y, sin darse cuenta, se separó de sus amigos.

"¿Chicos?", llamó, pero no escuchó respuestas. Se dio cuenta de que estaba solo y un poco asustado.

Decidido a no dejarse llevar por el miedo, comenzó su búsqueda. Caminó de un lado a otro, preguntando a otros animales del parque si habían visto a Lila, Tito y Pipo. Sin embargo, la multitud era inmensa, y se sentía más perdido.

"¡No te rindas, Elio!", se alentó a sí mismo. "Siempre he been un amigo fiel, y ahora tengo que ser fuerte".

Poco a poco, observó que otros animales también estaban tratando de encontrar a sus amistades. Elio tuvo una idea. Se subió a un pequeño escenario de un espectáculo de marionetas.

"¡Hola, amigos! Soy Elio el elefante! Si están buscando a sus amigos, ¡vengan aquí!"

Sus palabras resonaron por el parque. Muchos animales se detuvieron para escuchar. Pronto, más y más animalitos comenzaron a unirse, creando un gran murmullo.

"¡Es él!", dijo Tito mientras corría hacia el escenario.

"Creímos que te habías perdido para siempre, Elio!", añadió Lila, aliviada.

"¡Lo sé, pero quise juntar a todos los que estaban perdidos!", sonrió Elio.

Todos aplaudieron y comenzaron a compartir historias sobre sus propias aventuras en el parque. Elio se sintió muy feliz por haber encontrado no solo a sus amigos, sino a muchos nuevos conocidos.

Con una sonrisa, los cuatro amigos decidieron pasar el resto del día disfrutando juntos y asegurándose de no separarse otra vez. Y así, mientras montaban atracciones, compartían algodones de azúcar y reían, Elio se dio cuenta de lo importante que era la amistad y que, aunque a veces se puede perder de vista a las personas que amamos, siempre hay formas de reencontrarse.

Al final del día, cuando el sol se ponía, Elio miró a sus amigos y dijo:

"¡Este fue el mejor día de todos!"

FIN.

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