El Gran Día de la Computación

Era un hermoso 14 de febrero en el Colegio San Pedro de Barquisimeto. Adriana, Aranza y Grecia se preparaban con gran entusiasmo para su clase de computación. Este día tenían una misión especial: realizar un proyecto sobre la importancia de la tecnología en la vida diaria.

"Chicas, ¿están listas para mostrarle a la profe nuestro proyecto?", preguntó Adriana con una gran sonrisa.

"¡Claro! Traje algunas imágenes de los avances tecnológicos que podemos usar para ilustrarlo", respondió Aranza mientras revisaba su mochila.

"Y yo tengo algunas estadísticas sobre cómo la computación nos ayuda en la educación", añadió Grecia, emocionada.

Cuando llegaron al aula, se dieron cuenta de que había un ambiente diferente al habitual. La profesora Rosa, siempre estricta, sonreía más que de costumbre.

"Hoy, además de nuestro proyecto, tendremos una actividad especial para celebrar el Día de la Amistad", anunció la profesora.

"¡Qué bien!", exclamaron las chicas al unísono.

La profesora explicó que cada grupo debería presentar su proyecto y, al final, habría una competencia donde el grupo con la mejor presentación ganaría un premio sorpresa. Las chicas se pusieron a trabajar en sus laptops, organizando su presentación.

A medida que avanzaban, se dieron cuenta de que habían olvidado incluir un aspecto clave de su proyecto: la importancia de trabajar en equipo.

"Chicas, creo que nos falta algo importante", dijo Grecia un poco preocupada.

"¿Qué es?" preguntó Aranza.

"La cooperación. ¡No podemos olvidar mencionar cómo nos ayudamos entre nosotras!", insistió Grecia.

"Tenés razón, necesitamos mostrar que nuestra amistad ha fortalecido nuestro trabajo. Vamos a agregar eso a la presentación", propuso Adriana. Fue así como decidieron incluir una sección sobre su amistad y el trabajo en equipo.

Cuando llegó el momento de presentar, los nervios estaban a flor de piel.

"No se olviden, respiren hondo y diviértanse", les recordó la profesora, sonriendo.

Las chicas subieron al frente, preparadas. Adriana comenzó a hablar sobre la historia de la computación, Aranza presentó las imágenes que había seleccionado, y Grecia explicó las estadísticas. Al finalizar, se miraron entre sí con complicidad.

"Y no olvidemos que nuestra amistad es la clave del éxito de este proyecto", dijo Adriana, sonriendo hacia sus amigas.

El aula estalló en aplausos. La profesora estaba visiblemente impresionada.

"Eso fue maravilloso. Ustedes realmente entendieron la importancia de la colaboración y la amistad en la tecnología", dijo la profesora.

Finalmente, después de varias presentaciones, llegó el momento de anunciar a las ganadoras.

"Y el premio a la mejor presentación es para... ¡Adriana, Aranza y Grecia!", anunció la profesora, mientras las chicas saltaban de alegría.

"¡Sí! ¡Lo logramos!", gritó Aranza mientras se abrazaban.

La profesora les entregó un certificado y un pequeño premio: un libro sobre avances en tecnología.

"Esto nos servirá para nuestro próximo proyecto", dijo Grecia sonriendo.

A partir de ese día, las chicas no solo aprendieron sobre computación, sino también sobre la fuerza de la amistad y el trabajo en equipo. Sabían que en la vida, así como en el aula, la colaboración y el apoyo mutuo eran la clave para enfrentar cualquier desafío.

Esa tarde, mientras regresaban a casa, se prometieron seguir trabajando juntas y apoyándose siempre, porque sabían que, juntas, podían lograr grandes cosas. La tecnología y la amistad eran sus mejores aliados.