El Gran Día de la Presentación en HAPPY CHILD MILANO



Era un soleado día en Happy Child Milano, y los alumnos estaban llenos de emoción. Hoy era el día en el que presentarían su escuela a las familias y amigos. Cada rincón de la escuela brillaba, desde las aulas decoradas hasta el jardín lleno de flores. Todos estaban ansiosos por mostrar su querida Happy Child.

- ¡Vamos, chicos! - dijo Sofía, la presidenta del consejo estudiantil, con una gran sonrisa. - ¡Es nuestro momento de brillar!

- No se olviden de las carteles que hicimos - agregó Lucas, con su cartelito en la mano. - Quiero que todos vean lo que hemos aprendido este año.

La primera parada era la sala de arte, donde todos habían trabajado en sus proyectos. Justo antes de abrir la puerta, Sofía tomó un profundo respiro y dijo:

- Recuerden, nuestro arte habla de quiénes somos. ¡Mostrar es importante!

Los alumnos abrieron las puertas y una oleada de colores llenó la habitación. Las familias se asombraron al ver los telares, las pinturas y las esculturas.

- ¡Qué maravilla! - exclamó la mamá de Lucas. - ¡Ustedes son unos verdaderos artistas!

- ¡Gracias! - respondieron todos a coro.

Después, se dirigieron al aula de ciencias. Allí, se habían preparado unos experimentos fascinantes. Justo cuando estaban a punto de mostrar su volcán de bicarbonato y vinagre, algo inesperado sucedió. El volcán hizo una erupción más grande de lo previsto, y llenó la mesa de espuma.

- ¡Sorpresa! - gritó Mateo, mientras todos reían. - ¡Así es como hacemos ciencia en Happy Child!

Las familias estaban divertidas y los padres de Mateo no podían dejar de reír.

- ¡Eso fue increíble! - dijo la mamá de Mateo. - Nunca había visto algo así antes.

Con la risa aún en el aire, el grupo se movió hacia el aula de matemáticas, donde planeaban mostrar una representación de las matemáticas en la vida real. Pero a medida que entraron, se dieron cuenta de que algunos de sus materiales habían desaparecido.

- ¿Dónde pueden estar las cartas matemáticas? - preguntó Sofía, preocupada.

- ¡Podrían estar en el jardín! Quizás se volaron - sugirió Lucas, recordando una tormenta ligera de la mañana.

- ¡Vamos a buscar! - todos gritaron al unísono, y salieron en tropel hacia el jardín.

Cuando llegaron, encontraron a la maestra Rosa intentando atrapar las cartas voladoras.

- ¡Ayuda! - dijo la maestra entre risas. - ¡Estas cartas tienen vida propia!

Los niños no pudieron evitar reírse.

- ¡Nosotros te ayudamos, maestra! - dijo Sofía.

Con sus manos y un poco de creatividad, comenzaron a formar un circuito en el jardín, utilizando los objetos que encontraron a su alcance. Pelotas, cuerdas, incluso hojas, se convirtieron en herramientas para atrapar las cartas.

- ¡Vamos, equipo! - ordenó Lucas, y juntos empezaron a correr por todo el jardín, riendo y jugando.

Después de un rato de actividad, lograron recuperar todas las cartas y regresaron al aula de matemáticas justo a tiempo para la presentación final.

La maestra Rosa los miró con admiración.

- ¡Felicidades, chicos! No solo aprendieron sobre matemáticas, sino también el valor del trabajo en equipo. ¡Eso es lo que importa!

Finalmente, regresaron al salón principal, donde todos los padres y amigos los esperaban. Sofía tomó el micrófono y dijo:

- Queremos agradecerles por estar aquí hoy. Happy Child Milano es un lugar especial porque no solo aprendemos materias, ¡sino también a ser un equipo, a ser creativos y a ayudarnos mutuamente!

- ¡Y a divertirnos! - gritó Mateo desde el fondo.

Todos estallaron en risas nuevamente. Sofía continuó:

- Esta escuela nos enseña a soñar, a ser valientes y a compartir nuestros sueños. Gracias por acompañarnos.

Los aplausos resonaron en la sala, y los niños se sintieron orgullosos de lo que habían logrado.

- ¡Hoy fue increíble! - dijo Lucas mientras miraba a sus amigos. - ¡Ahora, a disfrutar la fiesta que viene después!

- ¡Más sorpresas nos esperan! - exclamo Sofía, llena de entusiasmo.

Y así, los alumnos de Happy Child Milano celebraron su maravilloso día, fortaleciendo aún más lazos, aprendiendo y disfrutando juntos, siempre listos para nuevas aventuras.

FIN.

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