El gran día de las profesiones


En una colorida ciudad llamada Villa Alegre, se celebraba el Gran Día de las Profesiones. En esta festividad, todos los niños del jardín de infantes tenían la oportunidad de vestirse como su profesional favorito y aprender sobre distintas ocupaciones.

El pequeño Lucas estaba muy emocionado porque él quería ser astronauta. Su mamá le había confeccionado un traje brillante con estrellas y planetas, y le había hecho un casco con una botella reciclada. "Lucas, estás espectacular como astronauta", dijo su mamá con una sonrisa. "Gracias, mamá. ¿Vamos pronto al jardín?", preguntó Lucas emocionado. "Sí, mi amor. Vamos a conocer muchas profesiones interesantes", respondió su mamá.

Al llegar al jardín, los niños estaban felices de mostrarse con sus trajes. Había policías, bomberos, médicos, pintores, maestros y muchos más. Todos estaban ansiosos por empezar las actividades. La maestra Ana les explicó que harían un juego de roles en el que cada niño representaría su profesión y tendría que decir qué hace ese profesional.

Lucas se paró frente a sus compañeros y con entusiasmo dijo: "¡Soy un astronauta y viajo al espacio para descubrir nuevos planetas y estrellas!" Los demás niños lo miraron sorprendidos y luego aplaudieron su presentación.

Después, la maestra les propuso hacer un mural con todas las profesiones. Cada niño tenía que dibujar la profesión de su elección. Lucas agarró los crayones y comenzó a dibujar un cohete espacial. Mientras coloreaba, escuchó que alguien le decía: "¡Mira qué lindo dibujo, Lucas! Soy Mica y mi papá es astronauta de verdad. Él viaja al espacio con su traje espacial y su casco como el tuyo". Lucas no podía creerlo, ¡conocería a un astronauta de verdad!

Llegó el momento de la merienda y todos compartieron sus alimentos. Emiliano, que estaba vestido de chef, llevó galletas y dulces caseros que su mamá había preparado. Lucas los probó y le encantaron. "Mmm, estas galletas están deliciosas, Emiliano. ¿Tu mamá es chef?", preguntó Lucas. "Sí, mi mamá trabaja en un restaurante y cocina cosas riquísimas", respondió Emiliano con orgullo.

Después de la merienda, la maestra propuso a los niños jugar a los oficios. Cada niño tendría que actuar como el profesional que había elegido y los demás adivinarían de qué se trataba. Lucas se puso su traje de astronauta y simuló estar flotando en gravedad cero. Los niños gritaban emocionados: "¡Es un astronauta, es un astronauta!"

Al finalizar la jornada, la maestra les contó a los niños sobre la importancia de todas las profesiones y cómo cada una contribuye al bienestar de la sociedad. Les explicó que aún no saben qué profesión elegirán en el futuro, pero es bueno conocer todas las opciones. "¿Todavía querés ser astronauta, Lucas?", preguntó la maestra. "Sí, pero también quiero conocer otras profesiones. Todos hacen cosas increíbles", respondió Lucas.

El Gran Día de las Profesiones había llegado a su fin, pero los niños se fueron a casa con la cabeza llena de sueños y la certeza de que, sin importar la profesión que elijan, serán importantes y valiosos para la sociedad. Lucas sabía que todavía le esperaban muchas aventuras, explorando diferentes oficios y profesiones. El futuro era tan grande como el universo mismo.

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