El gran día en la granja
Érase una vez, en una granja en lo profundo del campo argentino, un granjero llamado Don Manuel. Un día, Don Manuel decidió que era hora de presentar a todos sus animales de granja a los niños de la ciudad que venían de excursión.
- ¡Buenos días, niñas y niños! ¡Bienvenidos a mi granja! Aquí conocerán a todas mis preciosas criaturas - anunció Don Manuel con entusiasmo.
Primero, presentó a las vacas. - Estas son las vacas, las damos de comer y nos dan leche fresca todos los días - explicó. Las vacas saludaron a los niños con un amistoso moo.
Luego, les mostró las ovejas. - Aquí están las ovejas, nos dan lana para hacer suéteres y mantas - les contó. Las ovejas balaron alegremente, emocionadas por la visita.
Después, llegó el turno de los cerdos. - Estos son los cerdos, son juguetones y les encanta revolcarse en el barro - dijo Don Manuel. Los cerdos gruñeron mientras los niños reían al verlos tan contentos.
Más tarde, presentó a las gallinas y los gallos. - Aquí están las gallinas y los gallos, nos regalan huevos frescos cada mañana - señaló. Las gallinas cacarearon mientras los gallos cantaban alegremente.
Acto seguido, llevó a los niños a la zona de los caballos. - Estos son los caballos, nos ayudan en las labores del campo y son muy nobles - les dijo. Los caballos relinchaban amistosamente, dejando que los niños acariciaran sus suaves crines.
Finalmente, los llevó hasta el estanque, donde se encontraban los patos. - Y aquí están los patos, son compañeros divertidos y les encanta nadar en el agua - explicó. Los patos cacarearon felices y se zambulleron en el agua, mostrando lo ágiles que eran.
Los niños estaban encantados con todos los animales y aprendieron mucho sobre el importante papel que desempeñan en la granja. Don Manuel estaba feliz de compartir su amor por los animales con los pequeños visitantes, quienes se fueron a casa con grandes sonrisas en sus rostros, deseando poder volver a la granja algún día.
FIN.