El Gran Encuentro de los Coloridos

En un hermoso jardín lleno de flores, vivían cuatro amigos muy distintos: Rojo, el tomate jugoso; Amarillo, el sol brillante; Verde, la esmeralda brillante; y Azul, el cielo despejado. Juntos, se la pasaban jugando y explorando. Pero había algo que siempre les traía problemas: sus diferentes opiniones.

Un día, al ver una enorme caja de colores en el centro del jardín, Rojo dijo emocionado:

"¡Vamos a pintarnos todos de rojo! Es el color más lindo y divertido!"

Amarillo, agitando sus rayos, respondió:

"¡No! El color amarillo es el más alegre y todos deberíamos pintarnos de amarillo!"

Verde se cruzó de brazos y murmuró:

"Yo prefiero el verde, es el color de la naturaleza y nos hace sentir frescos."

Y Azul, mirando al cielo, dijo:

"Pero el azul representa la calma y la serenidad. ¿Por qué no optamos por eso?"

Los amigos comenzaron a discutir sobre cuál color era el mejor, cada uno defendiendo su opinión con fuerza. De repente, la caja de colores, que estaba esperando pacientemente, habló:

"¡Espera un momento, amigos!"

Los cuatro se sorprendieron al escuchar a la caja, que era de colores brillantes y chispeantes.

"Ustedes están tan ocupados discutiendo sobre cuál es el mejor color, que se han olvidado de que todos los colores son hermosos a su manera. ¿Qué les parece si hacemos algo juntos?"

Los amigos se miraron entre sí, intrigados. Rojo preguntó:

"¿Qué tienes en mente?"

La caja respondió:

"¡Pintemos un mural utilizando todos los colores juntos! Así cada uno podrá aportar su color favorito y juntos crearemos algo único y especial."

Amarillo sonrió y dijo:

"¡Eso suena genial!"

Verde asintió:

"Sí, me gusta la idea de trabajar en equipo."

Y Azul añadió:

"Claro, así cada uno se siente incluido y feliz."

Con las risas de la caja, los cuatro amigos comenzaron a trabajar. Primero, Rojo pintó deliciosos tomates y красные flores. Luego, Amarillo dibujó un enorme sol que iluminaba el mural. Verde sumó hojas y árboles, mientras que Azul llenó el cielo de nubes suaves.

Al ver cómo su mural cobraba vida, todos se dieron cuenta de lo hermoso que era combinar sus colores. La caja de colores les dijo:

"¿Ven? Cada uno de ustedes trajo algo especial. Individualmente son bonitos, pero juntos sono aún mejor!"

Cuando terminaron, admiraron su obra maestra y se sintieron orgullosos.

"¡Es increíble!"

exclamó Rojo.

"¡Soy tan feliz de haber pintado junto a ustedes!"

dijo Amarillo.

Verde agregó:

"Aprendí que a veces es mejor escuchar y combinar nuestras ideas. Cada uno tiene algo hermoso que aportar."

Y Azul concluyó:

"Sí, hoy no solo pintamos un mural, también aprendimos a resolver nuestras diferencias y a trabajar juntos."

Juntos rieron y bailaron alrededor de su mural, disfrutando de la hermosa mezcla de colores que simbolizaba su amistad.

Desde ese día, los cuatro amigos nunca volvieron a pelear por sus colores, porque entendieron que todos los colores son importantes y que juntos crean maravillas más grandes que solos. Así, en su jardín, el Gran Encuentro de los Coloridos se convirtió en una celebración de lo diferente, el trabajo en equipo y la resolución de conflictos.