El Gran Festejo del Día del Maestro



Era un soleado día en el Jardín Cascanueces, y las maestras Lucía, Gaby, Ale, Brenda, Jacky y la directora Gaby estaban muy emocionadas. Se acercaba el Día del Maestro y tenían una idea maravillosa para celebrar junto a los niños de sala verde y turquesa.

- ¡Chicas, se viene un festejo increíble! - dijo la seño Lucía, moviendo su mano para entusiasmar a las demás.

- Sí, pero necesitamos un plan - agregó Jacky, tomando un cuaderno y un lápiz. - ¿Qué ideas tienen?

- Podemos preparar una obra de teatro - sugirió Ale.

- ¡O hacer una fiesta con juegos! - explicó Brenda saltando de felicidad.

- ¡Me gusta la idea del teatro! - dijo la directora Gaby, con una sonrisa. - Pero, ¿qué tal si lo combinamos con juegos? Así los chicos se divierten del doble.

Las maestras comenzaron a colaborar, cada una aportando sus ideas. Lucía y Brenda se encargaron de hacer los disfraces, mientras que Ale y Jacky se enfocaron en diseñar los juegos que incluyeran una búsqueda del tesoro sobre los valores que enseñan día a día en el jardín.

- ¡Esto va a estar buenísimo! - exclamó Gaby, la directora, mientras hacía una lista de tareas.

- ¡Sí, y también podemos presentar un mural! - dijo Lucía, entusiasmada. - Podemos hacer un mural donde cada niño dibuje a su maestra favorita y lo colgamos en la entrada.

Mientras trabajaban, la alegría era contagiosa, hasta que de repente Brenda se detuvo con preocupación:

- ¡Chicas! Pero, ¿y si a los niños no les gusta lo que preparamos?

- No te preocupes - dijo Gaby, la directora. - Lo más importante es que lo hagamos con amor y que los chicos se sientan especiales. Si ellos ven que nos divertimos y disfrutamos, seguro que será un éxito.

Las maestras asintieron, convencidas. Decidieron reunir a los chicos de sala verde y turquesa para contarles sobre la sorpresa.

Al día siguiente, todos los niños estaban ansiosos, y cuando entraron al jardín, sus ojos se iluminaron al ver el colorido mural que las maestras habían preparado.

- ¡Esto está increíble! - gritó un niño.

- ¡Y miren esos disfraces! - sumó otro.

El día del festejo llegó y los niños estaban listos para participar. **La obra de teatro** sorprendió, con una historia sobre la amistad y la importancia de los maestros. Todos aplaudieron y rieron. Después, comenzaron los **juegos**, donde debían buscar pistas para descubrir tesoros escondidos, que resultaron ser tarjetas con mensajes de agradecimiento que escribieron las maestras a sus alumnos.

- ¡Gracias por ser tan buenos estudiantes y amigos! - leía un niño emocionado.

- ¡Sí, gracias por enseñarnos tanto! - decía otro.

El corazón de las maestras se llenó de felicidad. Al final del día, antes de irse, los niños decidieron hacer un regalo especial para sus queridas maestras. Con dibujos y dibujos de cada uno, crearon un gran cartel que decía:

"¡Feliz Día del Maestro! Gracias por enseñarnos lo lindo que es aprender!"

Las maestras, con lágrimas en los ojos, abrazaron a sus alumnos.

- ¡Esto es el mejor regalo que podemos recibir! - dijo Gaby, la directora.

- ¡Es un día especial gracias a ustedes! - respondedieron las maestras al unísono.

Así, el Jardín Cascanueces se llenó de risas y amor, y todos comprendieron que la educación es un viaje compartido donde cada uno tiene un rol especial.

FIN.

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