El Gran Festival de Emociones
En un colorido pueblo llamado Sonrisas, donde las casas eran de todos los colores del arcoíris, vivían diversos personajes que representaban diferentes emociones. Cada día, los habitantes de Sonrisas se sentían felices, tristes, enojados o llenos de sorpresa, y sus emociones se manifestaban claramente en sus expresiones faciales, su lenguaje corporal y el tono de voz.
Un día, se anunció el Gran Festival de Emociones, donde cada personaje muestra cómo se siente y lo que significa. Todos estaban emocionados por participar. Sin embargo, había un pequeño personaje llamado Tristeza que no quería unirse al festival.
- “¿Por qué no vienes, Tristeza? Todos quieren que muestres tu emoción”, le preguntó Alegría, una brillante figura con una gran sonrisa y ojos chispeantes.
- “No sé… nadie quiere ver a alguien triste”, respondió Tristeza, bajando su cabeza.
- “Pero tus sentimientos también son importantes. ¡Ven a contar tu historia! ”, insistió Alegría.
Mientras tanto, en el centro del pueblo, el bullicioso Enfado estaba discutiendo con Sorpresa.
- “¿Por qué siempre te ríes? ¡Nada es tan divertido! ”, gruñó Enfado, cruzando los brazos.
- “¡Porque la vida está llena de sorpresas! ”, exclamó Sorpresa, saltando de alegría.
Al ver la discusión, Tristeza decidió salir de su escondite.
- “¡Espera! No hay que pelear. Las emociones no deben ser motivo de conflicto. Cada una tiene su lugar”, dijo Tristeza con su voz suave.
Todos se quedaron mirando, sorprendidos por la intervención de Tristeza.
- “¡Exacto!
FIN.