El Gran Festival de la Biodiversidad
En el corazón de la selva, un hermoso día de primavera, un grupo de animales decidió organizar el "Gran Festival de la Biodiversidad". La idea surgió de Lía la Llama, que siempre tenía muchas ganas de celebrar las cosas buenas.
"¡Chicos, deberíamos hacer una fiesta para mostrar lo importante que somos en este ecosistema!" - exclamó Lía con su cola azotando emocionada.
Los demás animales, emocionados por la idea, aceptaron inmediatamente. Mimo el Mono, que era el más travieso, propuso:
"¡Podríamos hacer competencias! Yo haré una carrera de saltos."
Algunas ardillas que pasaban por ahí dijeron en coro:
"¡Y nosotras haremos una prueba de trepar árboles!"
Cada uno de los animales tenía una habilidad especial que quería mostrar: Tino el Tucán tenía un canto hermoso, mientras que Rocco la Rana podía hacer grandes saltos. El zorro, que siempre estaba con planes, sugirió:
"Y podemos tener una exposición de nuestras mejores habilidades. Pero deberíamos asegurarnos de incluir a todos los animales, ¡incluso a los más pequeños y a aquellos que a veces no se ven!"
Así que comenzaron a trabajar. Repartieron las tareas y cada uno fue a invitar a los demás animales de la selva. Al poquito tiempo, todos estaban muy emocionados; incluso los tímidos, como Pichí el Pájaro Carpintero, que se unió a la fiesta con su mazo para hacer música.
Pero a medida que se acercaba el día del festival, Lía comenzó a notar que varios animales no habían llegado al lugar de la fiesta. Eran doce familias de hormigas que vivían cerca del arroyo, pero nadie había pensado en invitarlas. Lía frunció el ceño y decidió que eso no podía ser.
"Espero que no se sientan mal. Todos somos parte de este ecosistema, y ellos son muy trabajadores y útiles. Necesitamos incluirlos en nuestra celebración", dijo Lía.
Así que Lía, Mimo y Rocco fueron a buscar a las hormigas. Al llegar, se sorprendieron al ver cómo trabajaban.
"¡Hola, hormiguitas!" - saludó Mimo. "Estamos organizando el Gran Festival de la Biodiversidad, ¿quieren unirse? Nos gustaría que todos participen."
Una de las hormigas, la jefa, miró un momento y respondió:
"¡Claro que sí! Pero no tenemos mucho tiempo, estamos muy ocupadas organizando nuestra casa."
Lía, que era muy ingeniosa, respondió:
"Entonces, ¿qué les parece si les damos un espacio especial? Pueden hacer una competencia de construcción de túneles."
Las hormigas se iluminaron y aceptaron de inmediato. Ahora, el festival iba tomando forma, y todos estaban más unidos que nunca.
Finalmente, el día del festival llegó. Todos los animales llegaron dispuestos a disfrutar y aprender. Al iniciar la fiesta, cada uno mostró sus talentos. Lía demostró lo veloz que podía ser y cómo podía jugar a la escondida. Mimo participó de la carrera de saltos, mientras las ardillas hacían acrobacias en los árboles. Rocco saltó de hoja en hoja, haciendo reír a todos.
La prueba de las hormigas fue todo un éxito. ¡Construyeron túneles tan ingeniosos que todos aplaudieron su trabajo! Lía, emocionada, comentó:
"¡Cada uno tiene algo especial que aportar! Por eso, ¡somos más fuertes juntos!"
Al final del día, todos se reunieron para hablar sobre lo que había significado el festival. Lía, con una sonrisa, observó a sus amigos y dijo:
"Hoy hemos aprendido que cada ser, grande o pequeño, juega un papel fundamental en nuestra selva. Debemos cuidarnos unos a otros y a nuestro hogar. La biodiversidad es lo que nos hace únicos."
Y así, con el sol poniéndose en el horizonte, los animales se comprometieron a cuidar la selva juntos y a celebrar la biodiversidad todos los años.
FIN.