El Gran Festival de la Selva



En la Selva Alegre, donde los árboles son altos y los ríos cristalinos, vivía una comunidad de animales que se preparaba para el Gran Festival de la Selva, un evento que celebraba la amistad y la unión entre todos los habitantes. En el corazón de la selva, dos criaturas estaban a punto de desatar un gran conflicto.

Luca, el loro colorido, y Tito, el jaguar ágil, eran amigos de la infancia. Sin embargo, había un problema: ambos querían ser los encargados de llevar la antorcha del festival. La antorcha simbolizaba la luz de la amistad, y ambos estaban decididos a demostrar que eran los mejores para esa tarea.

"¡Yo soy el más rápido!"- gritó Tito, mientras saltaba de rama en rama.

"¡Pero yo puedo volar más alto y ver todo desde arriba!"- respondió Luca, mostrando sus alas brillantes.

La discusión se intensificó. Los demás animales, que habían estado escuchando, comenzaron a tomar partido, dividiéndose entre los que apoyaban a Luca y los que apoyaban a Tito. La Selva Alegre se llenó de murmullos y ruidos, y los dos amigos perdieron de vista el verdadero sentido del festival.

Un día, mientras luchaban por demostrar quién era el mejor, un fuerte viento comenzó a soplar, arrastrando hojas y ramas. El viento era tan fuerte que la antorcha del festival, que estaba guardada en el Gran Árbol, comenzó a tambalearse y casi se caía al suelo.

"¡Mirá! ¡La antorcha!"- exclamó Tito, asustado.

"¡Tenemos que salvarla, no podemos dejar que se apague!"- gritó Luca.

Decidieron dejar de lado sus diferencias y trabajar juntos. Tito usó su agilidad para escalar el Gran Árbol, mientras que Luca volaba alrededor para guiarlo.

"¡Un poco más abajo! ¡Ya casi llegas!"- dijo Luca, animando a su amigo.

"¡Lo tengo!"- respondió Tito, alcanzando la antorcha justo a tiempo antes de que cayera. La colocó de nuevo en su lugar y ambos se abrazaron, dándose cuenta de que juntos eran mucho más fuertes.

La noticia de su trabajo en equipo se esparció por toda la selva. Los demás animales, al ver la colaboración entre los dos amigos, se sintieron inspirados. Decidieron que el festival no debía ser sobre competir, sino sobre trabajar juntos y celebrar sus diferencias.

El día del festival, Luca y Tito llevaron la antorcha juntos, caminando lado a lado.

"Gracias por ayudarme a ver lo que realmente importa, amigo"- dijo Tito.

"Y gracias a vos por recordar que juntos somos mejores"- contestó Luca, sonriendo.

Así, la Selva Alegre celebró el Gran Festival con alegría, risas y música, recordando a todos que el verdadero amor y la amistad se construyen con respeto y colaboración.

Moraleja: La amistad y el trabajo en equipo son más importantes que la competencia, y juntos se pueden superar cualquier obstáculo.

Los animales de la selva aprendieron que el amor y la comprensión fortalecen los lazos entre amigos, y que cada uno tiene un papel único y especial que aportar al grupo.

FIN.

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