El Gran Festival de Lluvia
Era un hermoso día en el bosque de La Selva Feliz, donde todos los animales vivían en armonía. En este lugar mágico, un pato llamado Pato, un loro llamado Loro y una comadreja llamada Comadreja se habían hecho grandes amigos.
Un día, mientras jugaban cerca del lago, Pato dijo:
"¿No creen que deberíamos hacer algo especial para celebrar la llegada de la lluvia? ¡La lluvia siempre hace florecer cosas hermosas!"
Loro, entusiasmado, aleteó sus alas y exclamó:
"¡Eso suena genial! Podríamos organizar un festival de lluvia. ¡Sería una gran fiesta para todos los animales!"
Comadreja, siempre práctica, añadió:
"Sí, pero necesitaríamos un lugar y todas las decoraciones. ¿Cómo lo haremos?"
El trío se dio cuenta de que habían pensado en la idea, pero no en la planificación. Decidieron hablar con los demás animales del bosque.
Cuando reunieron a todos los animales, el búho sabio dijo:
"Bueno, para hacer un buen festival, primero necesitamos saber cuándo lloverá. Debemos consultar al clima."
Eso les dio una idea. Todos se pusieron a trabajar. Mientras Pato fue a hablar con la tortuga que siempre conocía los secretos del agua, Loro voló alto para observar las nubes y Comadreja se encargó de buscar flores y ramas para adornar el lugar.
Pato preguntó a la tortuga:
"¿Tú sabes cuándo lloverá, sabia tortuga? Necesitamos que el festival sea un éxito."
La tortuga sonrió y dijo:
"La lluvia vendrá, pero hay que estar preparados con alegría y amistad. Sin eso, ¡ni la mayor lluvia podrá hacerlos felices!"
Y así, el grupo regresó con los demás animales. Comadreja trajo flores brillantes, mientras que Loro anunciaba emocionado:
"¡Las nubes están empezando a juntarse! ¡La lluvia se acerca!"
Sin embargo, justo cuando estaban listos para el festival, un fuerte viento comenzó a soplar. Las flores de Comadreja volaron por los aires y comenzaron a organizar un espectáculo espantoso. Todos los animales se preocuparon, y la alegría se desvaneció.
Pato, al ver lo que sucedía, dijo con firmeza:
"No podemos dejar que el viento nos arruine la fiesta. ¡Vamos a trabajar juntos para proteger nuestras decoraciones!"
Loro, siempre ingenioso, sugirió:
"¿Y si hacemos una cortina de hojas? Así protegeremos las flores."
Comadreja dijo:
"¡Y yo puedo buscar piedras para sujetarlas!"
Así, cada animal encontró su tarea. Juntos, formaron una línea con las hojas, decoraron el lugar y resguardaron las flores. Cuando la lluvia por fin llegó, todos estaban listos. Las gotas caían suavemente y llenaban el aire de un frescor delicioso.
Todos se unieron y celebraron. Comenzaron a bailar, a cantar y a reír bajo la lluvia. Se dieron cuenta de que lo divertido no era solo la festividad, sino la unión y la amistad que había entre ellos.
Pato aplaudió contento:
"¡Vieron! La lluvia es más mágica cuando la compartimos. ¡Nuestra amistad florece aún más!"
Y así, el festival de lluvia se convirtió en una tradición en La Selva Feliz. Cada año, los animales se reunían para celebrar no solo la llegada de la lluvia, sino el maravilloso regalo de la amistad que habían cultivado.
Y aunque a veces el viento soplara fuerte, aprendieron que siempre podían contar con sus amigos para enfrentar los desafíos juntos. Aquella lluvia trajo consigo risas, juegos, y lo más importante, la certeza de que la unión hace la fuerza.
Fin.
FIN.