El Gran Festival del Bosque
En un bosque lleno de magia y alegría, vivían muchos personajes de cuentos. Un día, Caperucita Roja decidió organizar un Gran Festival para celebrar la amistad entre todos. Invitó a sus amigos: el Patito Feo, Pinocho, la Gallina de los Huevos de Oro y los Tres Cochinitos.
El día del festival, todos se reunieron en un claro del bosque.
"¡Hola a todos! Estoy tan emocionada por este festival " - dijo Caperucita con una gran sonrisa.
"¡Nosotros también!" - contestaron los tres cochinitos al unísono, haciendo sonar sus trompetas.
"¡Esto será increíble!" - exclamó Pinocho, moviendo su nariz feliz.
"¡Y yo traeré los mejores huevos dorados del mundo!" - cacareó la Gallina de los Huevos de Oro, mostrando sus brillantes huevos.
Pero justo cuando comenzaban a disfrutar, escucharon un gran estruendo. El Patito Feo, que estaba más nervioso que de costumbre, dijo:
"¿Qué fue eso? ¡Me asusté!"
"No te preocupes, Patito, seguramente solo fue el viento" - dijo Caperucita, tratando de calmarlo.
Sin embargo, de entre los árboles apareció un gran lobo de pelaje oscuro.
"¿Qué hacen aquí todos juntos?" - preguntó el lobo, con una voz profunda.
"Estamos celebrando la amistad y la alegría del bosque" - respondió valientemente Caperucita.
"¿Celebrar? ¡Eso suena aburrido!" - dijo el lobo, con una mirada desafiante.
"Pero celebrar la amistad es la mejor parte!" - interrumpió el Patito Feo.
"¡Nadie quiere ser triste!" - قالوا los Tres Cochinitos, indignados por la actitud del lobo.
"Quizás pueda aprender algo nuevo..." - murmuró Pinocho, observando al lobo.
Caperucita, con un ingenio que la hacía especial, tuvo una idea.
"¿Por qué no participas en el festival? Puedes ayudarnos a preparar un juego" - propuso. El lobo, sorprendido, preguntó:
"¿Yo? No lo sé..."
"Sí, ven y juega con nosotros. Sería divertido" - insistió la Gallina de los Huevos de Oro.
Tras unas paulatinas negociaciones, el lobo decidió unirse. Juntos, crearon un juego en el que debían recolectar huevos dorados.
"¡Esto es divertido!" - exclamó el lobo mientras corría detrás de los huevos.
"¡Claro! Así es como se disfruta la amistad" - dijo Caperucita, guiñándole un ojo.
Con el tiempo, el lobo se sintió integrado y empezó a sonreír.
"No sabía que era tan divertido estar con ustedes. La amistad es genial", admitió.
"¡Bienvenido al grupo!" - gritaron los tres cochinitos, brindándole un abrazo inesperado.
El festival continuó con bailes, juegos y muchas risas. El lobo, que antes era temido, ahora era uno de los mejores amigos de todos. Así el Gran Festival se convirtió en un día lleno de color y alegría, donde aprendieron que todos, sin importar sus diferencias, pueden compartir y disfrutar juntos.
"A veces, solo necesitamos una segunda oportunidad para ser amigos" - reflexionó el Patito Feo, mientras miraba a su alrededor.
"Y un poco de alegría puede cambiar a cualquiera!" - concluyó Pinocho, moviendo su nariz, pero esta vez por diversión.
Al final del día, los personajes regresaron a sus casas con el corazón lleno de amor y alegría. Y así, el bosque nunca volvió a ser el mismo.
Desde ese día, cada año, celebraron el Gran Festival siendo el lobo uno de los organizadores principales. Y Caperucita enseña a todos que la verdadera amistad no tiene límites.
FIN.