El Gran Festival del Jardín CascanueceZ



Era un hermoso día en el Jardín CascanueceZ, y todos los maestros y maestras estaban muy contentos porque era el Día del Maestro. La seño Lucia había organizado una celebración especial para todos, y estaba llena de sorpresas.

"- ¡Hola chicos! ¿Están listos para festejar?", preguntó la seño Lucia con una gran sonrisa.

"- ¡Sí! ¡Queremos divertirnos! ”, exclamó Ale, saltando de emoción.

"- Yo quiero cantar!", dijo el profe de música, con su guitarra en mano.

"- Yo traje unos juegos de computación para que nos divirtamos", agregó Francisco, el profe de computación, mientras mostraba su computadora portátil.

"- ¡Y yo tengo un experimento porque me encanta enseñar ciencias!", comentó Serena, que estaba organizando un pequeño taller.

Gaby, Meli y Jacky se miraron y asintieron. Era hora de comentar todos los planes. Cada uno tenía una idea para celebrar, y todos estaban muy entusiasmados por compartir sus conocimientos.

"- ¡Hagamos una gran presentación!", sugirió Meli. "- Podemos combinar música, juegos y nuestro experimento junto con la tecnología. ¡Sería genial!"

"- ¡Sí! Eso suena espectacular! ”, respondió Gaby. "- ¿Quién se encargará de organizar todo?"

"- Yo me ocupo de la música", dijo el profe de música, sonriendo. "- Puedo enseñarles una canción divertida para que la cantemos juntos."

"- Francisco y yo nos encargamos de las computadoras y el juego de trivia", mencionó Serena. "- Haremos preguntas sobre lo que aprendimos en el jardín."

"- ¡Perfecto! Yo haré un demo del experimento en ciencias", agregó Jacky.

Todos empezaron a trabajar en sus ideas, y en un abrir y cerrar de ojos, el jardín se llenó de música, risas y color.

Pero justo cuando todo parecía encaminarse, sonó un fuerte trueno. Los niños y maestros se miraron preocupados, ya que las nubes comenzaron a oscurecerse.

"- Oh no, parece que va a llover", dijo Ale preocupado.

"- No podemos dejar que la lluvia arruine nuestra celebración", comentó la seño Lucia con determinación. "- ¿Qué podemos hacer?"

"- ¡Podemos trasladarlo a nuestra sala! Eso lo resolvería", sugirió Gaby con una idea brillante.

"- ¡Sí! ¡Eso haría que todos estén a salvo!", agregó Meli mientras sonreía. Y así, trabajaron en equipo para mover todos los elementos a la sala.

Una vez dentro, la música comenzó a sonar, y el profe de música guió a todos en un canto alegre. Luego, Francisco y Serena presentaron su juego educativo de trivia, y los niños aprendieron de manera divertida, con muchas risas. Finalmente, Jacky mostró su experimento que fascinó a todos.

"- Esto fue más divertido de lo que imaginaba!", exclamó Ale. "- ¡Gracias, seño Lucia, por un día tan especial!"

"- Ustedes son los mejores! Sin su ayuda, no lo habríamos logrado", respondió la seño Lucia con cariño.

Al final del día, todos se sintieron felices y orgullosos por haber celebrado juntos, demostrando que juntos siempre podrían encontrar soluciones. La lluvia dejó de caer, y cuando finalmente asomó el sol, todos salieron al patio a saltar y jugar. El día del maestro se convirtió en un gran recuerdo que llevarían en el corazón.

Y así, en el Jardín CascanueceZ, cada año, se celebraría el Día del Maestro con historias, música y mucha alegría, recordando siempre que juntos, ¡todo es posible!

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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