El Gran Festival del Océano



En un colorido arrecife de coral, vivían muchos animales acuáticos, pero entre todos ellos, la estrella era una simpática tortuga llamada Lía. Cada año, Lía organizaba el Gran Festival del Océano, donde todos los habitantes del mar se reunían para celebrar la amistad y la creatividad. Pero este año, Lía estaba preocupada.

"El festival no será lo mismo si no podemos encontrar el mejor lugar para celebrarlo", murmuró mientras miraba a su alrededor. Este año, una fuerte corriente había arrastrado las algas donde normalmente se festejaba.

Un día, mientras pensaba en la situación, se acercó a ella un pez payaso llamado Nico. "¿Por qué tan preocupada, Lía?"

"No sé dónde haremos el festival. Si no encontramos el lugar, todo se arruinará", respondió con un suspiro.

Nico, siempre optimista, dijo: "¡No te preocupes! ¡Busquemos juntos!"

Empezaron su búsqueda. Nadaron por todas partes, preguntando a otros animales. Un pez esmeralda sugirió usar su cueva secreta, pero estaba muy oscuro. "Tal vez podamos poner luces", sugirió Lía.

"¡Genial!", gritó Nico. Pero cuando llegaron a la cueva, no había forma de que todos encajaran.

Poco después, se encontraron con una anguila llamada Ema. Ella tenía una idea. "¿Y si usamos el campo de estrellas?"

"¡Eso suena genial!", exclamó Lía. Pero era muy vasto y no había nada que lo adorne.

De repente, vieron una jaiba llamada Oliver que estaba un poco triste. "¿Qué te sucede, Oliver?" preguntó Lía.

"No sé si debo participar. Todos los demás son más rápidos y fuertes que yo", respondió la jaiba.

Lía y Nico se miraron. "Pero Oliver, puedes ayudarnos a construir decoraciones con conchas y algas. ¡Tu talento es único!" - dijo Nico.

"¡Sí! El compañerismo significa que todos tenemos algo especial para aportar", agregó Lía.

Oliver sonrió, comenzando a sentirse más incluido. Juntos, Lía, Nico y Oliver decidieron que invitarían a cada animal del arrecife para contribuir.

Así, convocaron a todos, desde las estrellas de mar, hasta los caballitos de mar. Cada uno trajo su magia al festival. Las estrellas de mar aportaron sus hermosas formas y colores; los caballitos de mar, música; y las medusas luces brillantes.

Cuando llegó el día del festival, el campo de estrellas estaba deslumbrante. Todos estaban maravillados. "¡Gracias a Lía, Nico y Oliver!" exclamó Ema. "Gracias a todos por colaborar," dijo Lía conmovida. "La belleza de nuestro hogar se debe a la diversidad y al acompañamiento."

Mientras disfrutaban de la fiesta, sintieron que su océano era más que un lugar. Era una comunidad. Con risas, bailes y, sobre todo, un gran compañerismo.

De repente, una enorme ballena pasó cerca de ellos, causando un gran oleaje. Todos se asustaron y comenzaron a dispersarse. "¡Mantengámonos juntos!", gritó Lía.

Formaron un círculo y, cuando vino la ola, todos juntos se mantuvieron firmes. La ballena sonrió al verlos. "¡Ustedes están teniendo un gran festival!" dijo. "Sí, y celebramos lo que somos, ¡gracias a todos!" respondió Lía.

Al final del día, todos comprendieron que cada uno, sin importar su tamaño o fuerza, tiene su lugar en la comunidad. Disfrutaron de un festival inolvidable promoviendo el compañerismo y la empatía. Y así, el Gran Festival del Océano ya no solo fue un evento, sino una celebración de lo que realmente significaba estar juntos.

Desde entonces, cada año, el Gran Festival del Océano se convirtió en una tradición, recordando a todos que juntos son más fuertes y más felices.

FIN.

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