El gran invento del abuelo Tito

Hace muchos años, en un pequeño pueblo de la campiña argentina, vivía el abuelo Tito, un hombre muy ingenioso y siempre con ganas de inventar cosas nuevas.

Un día, el abuelo Tito se puso a trabajar en su taller, decidido a crear algo que revolucionaría la forma en que las personas se comunicaban.

Después de muchos días de trabajo arduo, el abuelo Tito finalmente completó su invención: ¡el primer celular del mundo! El dispositivo era grande, pesado y se veía más como una caja de herramientas que como un teléfono, pero el abuelo Tito estaba convencido de que cambiaría el mundo.

"¡Miren lo que he creado, mis queridos nietos! Este artefacto revolucionará la forma en que nos comunicamos", exclamó el abuelo Tito con entusiasmo. "Abuelo, ¿eso es un teléfono o un ladrillo?", preguntó su nieta curiosa.

"Es el último grito de la tecnología, va a permitirnos hablar con cualquier persona en cualquier parte del mundo", respondió el abuelo Tito con orgullo. Sin embargo, cuando intentaron usar el dispositivo, descubrieron que solo podía hacer llamadas a una distancia muy corta y la calidad del sonido era pésima.

A pesar de las limitaciones, el abuelo Tito no se desanimó y siguió mejorando su invento. Después de muchos intentos fallidos, finalmente logró crear un celular más pequeño, ligero y con mejor calidad de sonido. El abuelo Tito bautizó su creación como "El Hablador" y pronto se convirtió en un éxito en el pueblo.

Todos querían tener un Hablador para comunicarse con sus seres queridos. El abuelo Tito se había convertido en un héroe local y todos lo admiraban por su ingenio y perseverancia.

Desde entonces, el pueblo nunca volvió a ser el mismo, las personas estaban más conectadas que nunca, gracias al maravilloso invento del abuelo Tito. Y así fue como el primer celular del mundo se convirtió en el inicio de una nueva era de comunicación para la humanidad.