El Gran Juego de Maxi
Era un día soleado en la escuela primaria 'Los Pequeños Exploradores'. Todos los niños estaban emocionados porque el maestro, el Sr. López, había planeado una gran actividad de juegos en el patio.
Maxi, un niño de ocho años con una discapacidad física que usaba una silla de ruedas, observaba desde su rincón del aula. Aunque le encantaba jugar y reír con sus amigos, a veces se sentía un poco fuera de lugar. Sin embargo, aquel día estaba decidido a participar.
Durante la primera parte de la actividad, el Sr. López dijo:
"Hoy vamos a jugar al 'Gran juego de relevos'! Pero... ¡vamos a hacerlo diferente!"
Maxi miró a sus compañeros con curiosidad. A los chicos les encantaba la idea. Pero Maxi se preguntó si podría participar.
"¿Cómo voy a correr con mi silla de ruedas?" - se dijo a sí mismo. En ese momento, sus amigos, Sofía y Tomi, se acercaron a él.
"No te preocupes, Maxi. ¡Te ayudaremos!" - dijo Sofía con una gran sonrisa.
"Sí, todos juntos somos un gran equipo" - agregó Tomi. Maxi sintió una chispa de esperanza en su corazón.
El Sr. López, observando la situación, se acercó y dijo:
"¡Claro que sí! Vamos a hacer unos cambios. Cada equipo tendrá que pensar en una forma creativa de incluir a Maxi en el juego".
Los niños se pusieron a pensar, y después de algunas ideas locas, decidieron que Maxi sería el capitán de su equipo.
"Mirá, Maxi, vos nos vas a dar las instrucciones mientras nosotros corremos. Vos serás el estratega del juego" - propuso Sofía.
Maxi se iluminó. Con solo pensarlo, se sintió parte del grupo.
"¡Eso suena genial!" - gritó emocionado.
El gran juego comenzó. Maxi dirigía a su equipo desde su silla, dándole órdenes a Sofía y Tomi sobre cómo pasarse la pelota. Gritaba emocionado:
"¡Pasala a la izquierda! ¡Ahora a la derecha! ¡Vamos, equipo!"
Los demás niños comenzaron a notar lo bien que les iba. Todo el patio retumbaba con risas y gritos de alegría. Pero en el medio de la competencia, cuando todos estaban muy absorbidos, uno de los equipos tropezó y perdió la pelota.
"No se preocupen, chicos" - dijo Maxi, tratando de calmar a sus amigos. "Recuperémosla juntos".
Observando cómo sus compañeros se desanimaban, Maxi ideó un plan.
"¡Ahora es el momento de usar la imaginación! Vamos a hacer una estrategia especial: el 'Plan Maxi', donde todos colaboren para que yo pueda alcanzarla también".
Con su idea, sus compañeros se encaminaron y trabajaron juntos, llevando la pelota hacia él de una forma creativa y divertida.
"¡Lo logramos! ¡Somos un gran equipo!" - gritó Maxi mientras todos celebraban.
Finalmente, el juego terminó, y aunque no sabían quién había ganado, todos estaban felices.
El Sr. López se acercó, orgulloso.
"Maxi, ¡hiciste un trabajo increíble!"
"Gracias, Sr. López. Pero fue gracias a todos. ¡Nos ayudamos entre todos!" - contestó Maxi, agradecido.
Después de esa jornada, Maxi empezó a sentirse más parte del grupo. No solo aprendió que siempre puede encontrar una forma de participar, sino que también sus amigos aprendieron que con un poco de creatividad y trabajo en equipo, todos pueden jugar juntos.
Desde entonces, el 'Gran juego de relevos' se convirtió en una actividad especial cada vez que hacían juegos, y todos los niños comenzaron a incluir a Maxi en sus juegos, no solo en la clase, sino también en los recreos. Cada uno descubrió la fuerza que tienen cuando se apoyan mutuamente.
Así, Maxi no solo encontró su lugar en la escuela, sino también en los corazones de sus amigos. En 'Los Pequeños Exploradores', todos aprendieron una valiosa lección sobre la inclusión y la amistad.
FIN.