El Gran Juego de Maxi



Había una vez un niño llamado Maxi que no podía caminar como sus amigos. Cada recreo, veía a sus compañeros correr, saltar y jugar a la pelota, y su corazón se llenaba de ganas de participar. Un día, decidió que no iba a dejar que su silla de ruedas fuera un obstáculo. Así que, con una sonrisa en el rostro, se acercó a sus amigos y les dijo: "¡Quiero jugar al juego del pañuelo!"- Sus amigos lo miraron un poco confundidos, pero enseguida se dieron cuenta de que podían hacerlo inclusivo y empezaron a pensar en ideas para que Maxi pudiera jugar con ellos.

Los amigos de Maxi decidieron adaptarse. Colocaron un pañuelo sobre una silla y asignaron a Maxi la tarea de ser el mediador del juego. "¡Yo seré el guardián del pañuelo!"- dijo Maxi emocionado. Así se dio cuenta de que su idea era tan divertida que todos querían jugar, no solo al pañuelo, sino a otros juegos que también podían ser adaptados. Maxi propuso nuevas reglas para que él pudiera participar, como ser quien decide a quién le toca el turno de atrapar el pañuelo. Los niños empezaron a inventar un nuevo juego, uno que contaba con todos, incluidos Maxi y su silla de ruedas.

El recreo se convirtió en un gran momento lleno de risas y creatividad. Maxi se sintió feliz al ver que sus amigos estaban disfrutando juntos y, sobre todo, que él también formaba parte de esos juegos. Al final del día, los amigos se dieron cuenta de que jugar no sólo se trataba de correr y saltar, sino que lo importante era compartir, divertirse y encontrar la manera de incluir a cada uno de manera especial. "Gracias, chicos. Ahora todos podemos ser parte de la diversión"- dijo Maxi mientras sonreía, enseñándoles a todos que, con un poco de inventiva y trabajo en equipo, ¡todos pueden jugar juntos!

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!