El Gran Malentendido del Corrector



En un pequeño barrio lleno de color y risas, tres amigos inseparables vivían aventuras cada día. Jack, Mi e Issy compartían secretos, juegos y un sinfín de momentos felices. Sin embargo, un día, todo cambió por una travesura que fue demasiado lejos.

Era una tarde soleada cuando Mi e Issy decidieron investigar un misterioso frasco que habían encontrado en la mesa de un aula.

"¿Qué será esto?" - preguntó Mi, mirando curioso el frasco.

"Parece... ¡corrector!" - respondió Issy, con una gran sonrisa.

Ambos se miraron y, como si tuvieran una idea brillante, comenzaron a jugar. En un abrir y cerrar de ojos, el corrector desapareció, pero no de la manera que esperaban; ¡se lo habían comido! Sin embargo, lo que parecía una diversión inofensiva se convirtió en un gran malentendido.

Cuando Jack, que estaba en la biblioteca, se enteró de lo ocurrido, no pudo contener su enojo.

"¡¿Qué estaban pensando, chicos? !" - gritó Jack, exasperado.

"Solo fue un momento de locura, ¡no es para tanto!" - dijo Issy mientras reía, pero Jack no lo vio como un chiste.

"Esas cosas son peligrosas, no deberían jugar así. ¡Los podría haber pasado algo!" - respondió Jack con el ceño fruncido.

Desde ese día, Jack no les habló. Se sentía decepcionado y preocupado.

Mientras tanto, Mi e Issy se sintieron culpables.

"Creo que Jack tiene razón, fue una tontería" - dijo Mi, mirando el suelo.

"Sí, deberíamos disculparnos" - concordó Issy, sintiéndose mal por lo que habían hecho.

Pasaron los días, y el silencio entre ellos crecía como un bicho malo. Aunque Jack seguía con su enojo, en su corazón sabía que extrañaba a sus amigos.

Finalmente, un domingo por la mañana, Mi Se armó de valor y decidió que era hora de solucionar las cosas.

"Voy a hablar con Jack" - le dijo a Issy, que la miró con sorpresa.

"¿Estás segura?"

"Sí, no podemos dejar que esto se interponga entre nosotros. Los amigos son más importantes que un malentendido" - afirmó Mi, decidida.

Se acercaron a la casa de Jack. Mi tocó la puerta con nerviosismo, y después de un instante, Jack la abrió con un aire de desánimo.

"Hola..." - saludó Mi.

"¿Qué quieren?" - preguntó Jack, con un tono de voz distante.

Mi respiró hondo.

"Queremos disculparnos por lo que hicimos. No pensamos en las consecuencias y nos preocupamos de que te sientas herido" - explicó Mi, con sinceridad.

"La verdad es que solo queríamos divertirnos..." - añadió Issy, con la cabeza gacha.

Jack los miró un momento, y su enojo comenzó a desvanecerse al ver el arrepentimiento en sus caras.

"Yo solo estaba preocupado por ustedes" - confesó Jack, dándose cuenta de que su enojo no los había ayudado.

"Lo sabemos, y gracias por preocuparte. Aprendimos la lección sobre ser responsables" - dijo Mi.

Jack se sintió aliviado al escuchar eso.

"Está bien... sería lindo volver a jugar juntos como antes" - propuso Jack, mostrando una sonrisa.

"¡Sí! ¡Podemos hacer una competencia de dibujo!" - sugirió Issy, emocionado por la idea.

Y así, los tres amigos volvieron a unirse, y la tarde se llenó de risas y colores mientras dibujaban y compartían anécdotas sobre sus aventuras. Aprendieron que la amistad puede superar cualquier malentendido si están dispuestos a comunicarse y disculparse.

Así aprendieron que, aunque a veces cometan errores, lo importante es saber reconocerlos, disculparse y seguir adelante. El amor y la alegría de la amistad siempre prevalecerá. Al final, se abrazaron y continuaron sus aventuras, más unidos que nunca, sabiendo que podían superar cualquier obstáculo juntos.

FIN.

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