El Gran Partido de Voleibol
Era un soleado día de verano en el barrio de Parque Alegre, y los amigos Alisson, Xiomara y Pau estaban muy emocionados por su primer partido de voleibol. Durante las vacaciones, habían decidido formar un equipo recién creado llamado ‘Las Avispas’. A pesar de ser principiantes, sabían que hoy era el día perfecto para demostrar lo que habían aprendido en las prácticas.
"¡Chicas, ya estoy lista!" –exclamó Alisson, vistiendo su camiseta amarilla brillante.
"Yo también estoy lista, espero que el otro equipo no sea muy difícil" –dijo Pau, quien siempre buscaba un poco de desafío.
"No se preocupen, lo más importante es divertirse y jugar en equipo" –respondió Xiomara, animada.
Las tres amigas llegaron a la cancha, donde otros niños estaban caldeando. Entre ellos, estaba el equipo conocido como ‘Los Tigres’, que parecía tener muchos jugadores habilidosos. La capitana de ‘Los Tigres’, Lucia, era conocida por ser una gran jugadora.
"¿Vienen a perder?" –bromeó Lucia, cruzando los brazos.
"¡No! ¡Vamos a dar lo mejor!" –contestó Alisson, aunque se sentía un poco nerviosa.
El partido comenzó, y desde el primer punto, ‘Las Avispas’ se dieron cuenta de que tendrían un desafío por delante. Los Tigres servían rápido y sus remates eran impresionantes. Las chicas intentaron seguir el ritmo, pero los puntos comenzaron a acumularse a favor de Los Tigres.
"Chicas, necesitamos organizarnos mejor. ¡Juguemos en equipo!" –gritó Xiomara durante un tiempo muerto.
"Voy a intentar servir más fuerte" –dijo Pau, intentando elevar la confianza de sus dos amigas.
Poco a poco, con trabajo en equipo, empezaron a comunicarse mejor. Alisson se animó a hacer sus jugadas, mientras que Pau se colocaba de defensa y Xiomara se preparaba para recibir los saques. ¡Fue entonces cuando un punto emocionante llegó!"¡Vamos, avispas!" –gritó una niña desde el público.
El partido se tornó más reñido. Cada punto se celebraba con gritos y saltos de alegría. Sin embargo, algo inesperado sucedió. En un momento del juego, Pau se había golpeado el pie con la red mientras corría para alcanzar una pelota que se iba de la cancha.
"¡Pau! ¿Estás bien?" –gritó Alisson, corriendo hacia ella.
"Sí, sí, estoy bien, solo un pequeño golpe" –dijo Pau, pero se notaba que estaba un poco asustada.
Las chicas se acercaron para ayudarla y entonces, en un giro inesperado, Lucia, la capitana de Los Tigres, se acercó también.
"Chicas, eso fue un gran esfuerzo. A veces los errores nos enseñan. Tengan cuidado, ¿quieren?" –dijo Lucia, gentilmente.
"¡Gracias!" –respondieron Alisson y Xiomara, sorprendidas por la deportividad de su rival.
Decidieron que no podían dejarse vencer por un pequeño accidente. Retomaron el juego con mayor valentía. Y en el siguiente set, ‘Las Avispas’ comenzaron a sumar puntos.
"¡Eso es! ¡Vamos a ganar!" –gritó Xiomara, disfrutando del momento.
Al final del partido, aunque no lograron ganar, lo más importante fue que se divirtieron y se dieron cuenta de que podían superar cualquier obstáculo juntas. La experiencia fortaleció su amistad, y aprendieron que el verdadero valor del deporte estaba en la práctica, la cooperación y el compañerismo.
Cuando el partido terminó, Lucia se acercó una vez más.
"Chicas, jugaron muy bien. ¿Qué les parece si hacemos un grupo de entrenamiento juntas?"
"¡Eso sería genial!" –respondió Pau, sonriendo.
Y así, lo que había empezado como un simple partido se convirtió en una maravillosa oportunidad de amistad y campeón.
Desde ese día, ‘Las Avispas’ y ‘Los Tigres’ entrenaron juntas cada semana, aprendiendo no solo a jugar mejor, sino también a valorarse entre ellos, dentro y fuera de la cancha.
FIN.