El Gran Pastel de Chocolate



Lucía estaba muy emocionada porque se acercaba el cumpleaños de su papá. Quería darle el mejor regalo del mundo, y sabía que a él le encantaba el pastel de chocolate.

Así que un día, se acercó a su mamá y le dijo:

- Mamá, ¿podrías enseñarme a hacer un pastel de chocolate para papá? Quiero sorprenderlo en su cumpleaños.

La mamá de Lucía sonrió emocionada y le dijo que sí. Juntas se pusieron manos a la obra.

Lucía se puso su delantal y su gorro de chef, y su mamá reunió todos los ingredientes necesarios. Batiendo huevos, mezclando la harina, derritiendo el chocolate, poco a poco el aroma del pastel comenzaba a invadir la cocina.

Lucía estaba aprendiendo muchísimo y se sentía orgullosa de poder hacer algo tan especial para su papá. Pero de repente, algo inesperado sucedió. Cuando estaban por meter el pastel al horno, se fue la luz en toda la casa.

Lucía se puso nerviosa, ¿cómo iban a terminar el pastel si no tenían luz? Su mamá le recordó que la cocina contaba con una vieja cocina a leña, así que decidieron intentarlo.

Juntas encendieron el fuego y con mucho ingenio lograron hornear el pastel sin luz, y para cuando la luz volvió, el pastel ya estaba listo. Finalmente, llegó el gran día del cumpleaños de papá. Lucía llevó el pastel a la mesa y su papá lo miró con asombro.

Al probarlo, su rostro se iluminó con una enorme sonrisa. Lucía se sentía feliz de haber podido hacer algo tan especial para él.

Desde ese día, Lucía continuó asombrando a su familia con sus habilidades culinarias, y todos disfrutaron de muchos momentos felices alrededor de la mesa.

FIN.

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