El Gran Picnic en la Playa



Era un hermoso día de verano en la ciudad costera de Mar del Sol. El sol brillaba y las olas susurraban historias de aventura. En un pequeño departamento, un gato marrón llamado Gastón miraba por la ventana con curiosidad.

"Hoy parece un día perfecto para salir a la playa", pensó Gastón mientras jugueteaba con su pelotita de lana. Justo en ese momento, su mejor amigo, un perro llamado Toby, entró moviendo la cola con entusiasmo.

"¡Gastón! ¡Vamos a la playa!", ladró Toby, llenando de alegría el lugar.

Gastón saltó de su ventana. Habían planeado un gran picnic y llevaban todo lo necesario: una manta, muchas hamburguesas y un poco de agua fresca para disfrutar juntos.

"No puedo esperar para comer mis hamburguesas", dijo Gastón, con los ojos brillantes.

"Yo tengo dos para compartir contigo, ¡no te olvides del ketchup!", agrego Toby entusiasmado.

Los dos amigos se dirigieron a la playa. Al llegar, se encontraron con una vista increíble: la arena dorada, el mar azul y un grupo de niños que jugaban a hacer castillos de arena.

Entre los niños había un disfrazado de Mickey Mouse, que saltaba y reía. El gato y el perro se acercaron curiosos.

"¡Hola!", dijo el Mickey Mouse, cubierto con su gran traje. "¿Quieren jugar con nosotros?".

Gastón miró a Toby y luego al personaje de dibujos animados.

"¡Claro! Pero después de nuestro picnic", respondió Gastón.

Los tres se pusieron de acuerdo: primero, almorzarían y luego, jugarían. Estuvieron encantados con la idea de compartir las hamburguesas en la playa.

Mientras desenvuelven el picnic, Gastón empezó a contar una historia.

"¿Sabían que las hamburguesas vienen de un lugar lejano?", comenzó. "Así como nosotros, algunas vacas pasan por muchas aventuras para llegar a ser hamburguesas sabrosas."

Toby lo miraba con atención.

"¿Cómo así?".

"Sí, son animales que viven felices en campos verdes, pero tienen que ser cuidadas para que también estén saludables. Es importante ser responsables con nuestros alimentos", explicó Gastón.

Mickey Mouse sonrió.

"¡Qué interesante! Yo no sabía eso. Es bueno saber de dónde vienen nuestros alimentos. ¿A dónde vamos a buscar la próxima hamburguesa?".

"Podemos ir al mercado que está cerca de casa", sugirió Toby.

Después de disfrutar su picnic y llenarse de hamburguesas, decidieron construir un castillo de arena gigantesco. Entre risas, palas y baldes, se metieron de lleno en la diversión.

Pero cuando estaban a punto de poner la bandera en su castillo, una ola traviesa llegó y lo derrumbó por completo.

"¡Ay no!", exclamó Gastón despavorido.

"No pasa nada", dijo Mickey Mouse. "Podemos volver a empezar juntos, ¡eso es parte de la diversión!".

Con esas palabras de aliento, los tres se pusieron a trabajar nuevamente, esta vez uniendo sus talentos. Gastón era muy bueno haciendo torres, Toby cavaba zanjas y Mickey decoraba todo con conchitas que encontraba en la orilla.

Finalmente, un castillo mucho más grande y hermoso se erguía en la playa. Estaban tan felices, y mientras daban un paso atrás para admirar su trabajo, oyeron un clamor.

- ¡Los padres de los niños empezaron a aplaudir!"¡Bravo! ¡Qué hermoso castillo!" - gritaban con alegría.

Gastón, Toby y Mickey se miraron y sonrieron, entendiendo que no solo habían construido una hermosa fortaleza, sino también una gran amistad.

"Gracias por el mejor día de verano", dijo Gastón al final mientras todos se sentaban de nuevo a disfrutar de un poco más de hamburguesas bajo el sol.

"No hay de qué, amigo. ¡Hoy aprendimos y nos divertimos juntos!" aseguró Toby, con la barriga llena y el corazón feliz.

Mickey Mouse, mientras compartía una galletita de menta, agregó:

"Siempre es mejor disfrutar cuando compartimos con amigos" y todos asintieron con la cabeza, sabiendo que cada día trae su propia aventura.

Y así, Gastón, Toby y Mickey Mouse se despidieron de la playa, prometiendo siempre recordar que la amistad y la diversión son las mejores recetas para la vida.

Fin.

FIN.

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